El jefe del Consell, Ximo Puig, consiguió ayer un balón de oxígeno para las maltrechas arcas de la Generalitat al pactar con el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, un plan de liquidez de unos 2.070 millones que permita salvar la situación financiera de la Comunidad Valenciana en 2016.

Después de casi dos horas y media de reunión, Puig y Montoro acordaron un programa de tesorería para este año que permitirá al Consell disponer de un rescate extraordinario de unos 1.800 millones para cubrir el déficit de 2015. Asimismo, y hasta la reforma del sistema de financiación autonómica, se mantendrá al 0% el tipo de interés del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) -lo que puede suponer un ahorro de 43 millones este ejercicio-, al tiempo que el Gobierno se compromete a solucionar los pagos del anterior Consell de Fabra -por un importe de unos 180 millones en 2016- y a aportar otros 27 millones para cubrir el coste total de los tratamientos de la hepatitis C. En total, unos 2.070 millones para este programa urgente de tesorería.

Al término de la reunión, Puig explicó que el citado plan de liquidez fija un calendario de fondos y pagos que cubre las necesidades inmediatas de la Generalitat y evita los problemas de liquidez que se registraron en 2015 por los retrasos en el abono del FLA.

Por su parte, Montoro reconoció la infrafinanciación de la Comunidad y la necesidad de un nuevo sistema para el reparto de los fondos a las autonomías, aunque ambos dirigentes coincidieron en que el debate del nuevo modelo debe aplazarse hasta que se haya constituido el nuevo gobierno en España.

En relación con el déficit, el jefe del Consell reiteró su voluntad de cumplimiento, si bien destacó que en las actuales condiciones es inasumible por la Generalitat. Asimismo, Puig indicó que el Ejecutivo central no puede impedir la puesta en marcha de un comité de expertos para impulsar la reforma del sistema de financiación, en la que se incluirá el análisis de la deuda histórica.

Puig entregó a Montoro un documento con seis medidas extraordinarias de carácter transitorio «para la viabilidad» financiera de la Comunidad consistentes en un rescate extraordinario para cubrir el déficit de 2015, mantener el 0% de interés del FLA hasta la reforma del sistema de financiación, una solución a los impagos del anterior Consell, la asunción por parte del Estado de la multa de 19 millones de la CE por la manipulación de las cifras del déficit, financiación para la totalidad del tratamiento de la hepatitis C y la puesta en marcha de un comité de expertos para la reforma del sistema.

Punto por punto, el Consell exigió al Gobierno un FLA extraordinario de unos 1.800 millones para cubrir la parte no autorizada del déficit -un 1,8% sobre el 0,7% autorizado- y pagar a los proveedores. El periodo medio de pago repuntó en febrero hasta los 69 días tras retrasarse el nuevo rescate extra.

Puig trasladó a Montoro que el incumplimiento del déficit no puede acarrear «medidas coercitivas» y por ello reclamó un tipo del 0% en el FLA, mientras que el Gobierno había impuesto el pago de 758 millones en intereses por el rescate hasta 2019 al aplicar el 0,834% a los préstamos del Estado. El jefe del Consell también le afeó al ministro que la Generalitat tiene pendiente de saldar 310 millones por impagos del anterior Ejecutivo del popular Fabra.

Puig avisó a Montoro que no va a permitir «el agravio» de que el Gobierno repercuta a la Comunitat la multa de 19 millones por la manipulación de las cifras del déficit.