En plena tormenta por la «operación Taula» y con la exalcaldesa de Valencia y senadora, Rita Barberá, en el «ojo del huracán», las direcciones del PP en la provincia y la Comunidad se reafirmaron ayer en Tibi en su rechazo «frontal y contundente» a todos los casos de corrupción que manchan la política. En una reunión de la interparlamentaria de la comarca de l'Alacantí presidida por los líderes regional y provincial, Isabel Bonig y José Císcar, los populares renovaron su compromiso con «la regeneración y la renovación» del partido y volvieron a cerrar filas en defensa de las diputaciones y su papel vertebrador de los pequeños municipios frente al «centralismo valenciano» que ahora promueve el Consell con sus decretos para intervenir las competencias de las instituciones provinciales.
Más de dos horas se prolongó la reunión de la interparlamentaria popular, en la que quedó claro que la nueva hornada de dirigentes no quiere «medias tintas» con los casos de corrupción que salpican al PP, con especial incidencia ahora en Valencia. En la misma línea de la condena expresada ayer en este diario por los principales responsables provinciales del PP, que reclamaron «mano dura» con Barberá, los asistentes a la reunión de Tibi pidieron «firmeza» y defendieron la línea de «tolerancia cero» que mantiene Bonig, según explicaron fuentes de la dirección provincial.
En este punto, y en el transcurso de un cónclave «muy denso y participativo», como lo definieron varios asistentes, fueron diferentes las voces que pidieron «resistencia, paciencia y trabajo porque toda esta tormenta pasará y el partido debe estar fuerte» para afrontar esa fase posterior al ruido generado por los casos de corrupción.
En esta línea, la dirección provincial se felicitó por las muestras de «unidad» ofrecidas en el partido en torno a Císcar tras la derrota de las últimas elecciones municipales y autonómicas de mayo, que trajo consigo la pérdida de buena parte del enorme poder institucional que llegó a acumular el PP en alcaldías de toda la provincia y al frente de la Generalitat.
Más en clave orgánica, y de cara a los próximos congresos, los cargos populares también defendieron la implantación del proceso de primarias para la elección directa de los máximos responsables por parte de los militantes. El propio Císcar ya lo dejó muy claro en su entrevista con este diario el pasado día 28: «O hay primarias para las listas y el congreso, o dejaré todos mis cargos en el PP».
La interparlamentaria de l'Alacantí también apostó por continuar con «la renovación y la regeneración» del partido, de acuerdo con la pauta aprobada en la convención de Alicante de «una persona, un solo cargo público».
«Centralismo de Valencia»
Con el conflicto aún en fase inicial con el Consell de Puig por sus decretos para intervenir las competencias de las diputaciones, los populares volvieron a defender el trabajo y la autonomía de las instituciones provinciales, cuya labor «es fundamental para garantizar la calidad y la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos», indicó Bonig. «Sin los pequeños municipios ni las diputaciones, no habrá vertebración del territorio», añadió la presidenta regional.
«Se han quejado tradicionalmente en Valencia del centralismo de Madrid», destacó uno de los dirigentes del PP, «y ahora están practicando ellos lo mismo desde la capital autonómica con su injerencia en las tres diputaciones provinciales».
