¿Cree que el decreto es un primer paso en una hoja de ruta de la Generalitat para vaciar de contenido las diputaciones?
Es una estrategia muy bien trazada, para desgracia de los alicantinos. Para eso, es muy bueno el señor Ximo Puig. Lo está demostrando con su gestión.
¿A qué se deben las relaciones tan tensas entre Puig y Sánchez desde el inicio de legislatura?
Yo conozco a César Sánchez y es una persona muy dialogante. El ejemplo mas claro lo tenemos en su municipio y en la Diputación, donde se transmite que existe inestabilidad [tras la ruptura del pacto por parte de Ciudadanos] pero que no es tal. Hay una tranquilidad absoluta, no hay ningún problema. En cambio, Puig muestra lo contrario, por eso se transmite esa sensación de frialidad.
¿Mantiene la Diputación la idea de llevar al Consell al juzgado si se aprueba el decreto?
Desgraciadamente, no nos quedará otra opción. Si el decreto se lleva adelante, no tendremos otra opción que la denuncia para defender a los alicantinos.
Pero, ¿existe base legal consistente para conseguir una victoria en los tribunales?
No tengo dudas de que ganaríamos en los tribunales. No vamos a permitir que nadie nos eche de las instituciones que legítimamente estamos representando.
¿Habrá un último intento de diálogo con la Generalitat o ya dan las relaciones por rotas?
Nosotros estamos en el mismo sitio, tendemos la mano. La Diputación siempre dialoga. De hecho, lo hemos hecho así hasta ahora.
¿Piensan en algún tipo de movilización contra el Consell?
Hoy en día no descartamos nada. Es cierto que no es nuestra forma de hacer política, porque creemos que se puede hacer de otra manera. Pero si nos vemos avocados a ese camino, no vamos a descartar nada.
