Durante casi seis horas declaró ayer ante la Guardia Civil el exgerente de Imelsa Marcos Benavent. A pesar de que ha colaborado con la Fiscalía Anticorrupción desde que reapareció el pasado mes de mayo, el autodenominado «yonqui del dinero» llegó a la Comandancia de Patraix alrededor de las 16.30 horas. Y durante 345 minutos volvió a desgranar, y ampliar, ante los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil los entresijos de la trama que ha descabezado a la cúpula del Partido Popular en la provincia de Valencia y ha dejado tocada de muerte a la formación en la ciudad de Valencia. Benavent abandonó el recinto de Patraix alrededor de las 22.15 horas con evidente aspecto cansado aunque, por sus respuestas, parece que haya alcanzado la paz. O el nirvana.

«Estoy colaborando con la Guardia Civil, que se lo está currando», explicó a los periodistas, flanqueado por su abogado que ejerció como escudo humano ante las insistentes preguntas de los periodistas. Aunque Benavent tiene la lección aprendida. Y no soltó prenda. «Hay secreto de sumario, pero todo ha sido en la línea de colaboración», se limitó a responder Benavent cuando fue preguntado sobre el contenido de su declaración.

Aunque más allá de las información que ya ha desvelado durante estos meses a la Fiscalía Anticorrupción, Benavent abrió el abanico para la UCO de la Guardia Civil, tras los últimos registros y detenciones. «¿Has venido a corroborar lo dicho o has aportado algo nuevo?, se le preguntó a Benavent. «Corroborar y... Bueno...», se limitó a responder.

Atado de pies y manos por el secreto del sumario, Benavent ni siquiera puede adelantar si habrá más revelaciones sorprendentes que salpiquen a más protagonistas de la Diputación, el Ayuntamiento de Valencia o la Generalitat. «Yo eso si que ya no lo sé. Dependerá de la Justicia y de las acciones que tomen para más cosas, o no». Aunque «materia yo creo que sí que hay». Acerca de esto, y antes de declarar, manifestó que «supongo que seguirán saliendo más cosas».

Benavent no quiere ni oir hablar de Rita Barberá o Alfonso Rus. «No voy a decir nada», respondía, avalado por su letrado. «Lo siento, pero no podemos decir nada». Sólo como valoración personal consideró «muy triste» que haya acabado imputada toda la cúpula del grupo popular del Ayuntamiento de Valencia. A pesar de todo el revuelo que ha armado su colaboración con la justicia, el «exyonqui del dinero» asegura que volvería a tirar de la manta. «No me arrepiento de nada, por supuesto. Volvería a denunciar. Es más, toda la gente que lo pueda hacer se lo recomiendo». A pesar de la presión de verse en el ojo del huracán, Benavent expresó haberse mentalizado para un proceso largo. «Cuando empezó todo ya imaginé que esto iba para mucho tiempo». Negó con un rotundo «no» que haya recibido presiones por parte de ninguno de los imputados y detenidos la semana pasada, entre ellos sus antiguos jefes y compañeros de partido. Aunque sí dudó cuando se le preguntó si teme por su vida. «Bueno, no... Uno empieza a acostumbrarse a todo y, si te puede pasar algo, pues nada, que pase...»

Ni siquiera quiso replicar a Alfonso Rus, quien admitió haberse equivocado cuando decidió colocarlo al frente de Imelsa y pidió que se hablara del «Caso Benavent» y no del «Caso Rus». «Preguntárselo a él. El sabrá si dice eso por qué será, no lo sé. Sus razones tendrá si dio esa explicación. Yo no voy a entrar en valoraciones de nadie». Tampoco quiso opinar sobre si habrá segundas o terceras fases de la «Operación Taula»: «No sé que va a pasar. No predigo el futuro y no sé mucho más. Pasará lo que tenga que pasar. El tiempo dirá».