El PP valenciano acometerá una auténtica refundación del partido con las mismas siglas. La formación considera que es necesaria una limpieza a fondo, una purificación en toda regla tras la operación policial del martes que ha socavado los cimientos del partido, acorralado por la corrupción.

La propia presidenta regional, Isabel Bonig, elegida el pasado verano por Génova tras la marcha de Alberto Fabra, anunció ayer tras la reunión de la junta directiva provincial que el PP va a «reinventarse» con la incorporación de «gente nueva», aunque mantendrá sus actuales siglas. Las mismas palabras que usó el presidente provincial, Vicente Betoret, que señaló que el partido tiene intención de abrirse a los alcaldes y a las bases ante el nuevo escenario y en una delicada coyuntura con un partido en la oposición en la mayoría de las instituciones.

Fuentes presentes en la reunión aseguraron que el encuentro resultó tenso y no faltaron los reproches por la imagen de escándalos continuos que ofrece el partido, que acumula siete grandes casos de corrupción en apenas lustro y medio. Sin embargo, «a pesar de las circunstancias, las siglas tienen validez», aseguró Bonig.

El encuentro había sido convocado de urgencia tras la operación Taula a raíz del estallido del caso Imelsa que el pasado martes acabó con 24 detenidos, la mayoría excargos del partido, que están investigados en esta supuesta red de amaños en adjudicaciones.

Malestar en el seno del partido

El malestar también existe entre algunos diputados ya que Betoret ha decidido una reestructuración importante del grupo en la diputación. Mari Carmen Contelles seguirá como portavoz, pero con dos personas de apoyo, Enrique Ortí, que será secretario general del grupo y Javier Berasaluce a quien también da un papel relevante. Pero entre los diputados en ejercicio se asegura que el hecho de haber compartido etapa con Alfonso Rus no les convierte directamente en cargos manchados y recuerdan que, precisamente el propio Betoret fue el primero con etiqueta rusista ya que el expresidente de la diputación fue su mentor político y éste creció a su sombra. Betoret admitió que el grupo popular en la diputación de Valencia sufrirá una reestructuración a raíz del caso Imelsa y señaló que el exvicepresidente de la diputación, Juan José Medina, y el que fuera jefe de gabinete de Alfonso Rus, Emilio Llopis ya no forman parte del organigrama del partido tras haber sido destituidos por parte del comité regional de derechos y garantías el mismo día de su detención. El propio Betoret también anunció que impulsará encuentros con los presidentes comarcales para dirigirse a los afiliados y empezar a incorporar «gente nueva». «Tenemos que reinventarnos con la gente de la base alcaldes y concejales», aseguró el líder provincial del Partido Popular.