El secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, quiere apagar cuanto antes el fuego que ha consumido la estructura interna del partido en la ciudad de Alicante. Si pudiera ser, mejor mañana que la próxima semana. Con ese objetivo, el líder regional de Podemos se reunió ayer con las bases de la formación en la capital de la provincia para trasladarles su propuesta ante la inexistencia actual de una dirección local. Montiel pretende formar una gestora que tome el mando del partido a consecuencia de la reciente dimisión del Consejo Ciudadano tras la inhabilitación de sus miembros por manipular el censo en las primarias de hace poco más de un año. Esa gestora, según explicó ayer Montiel a unas 200 personas reunidas en el salón de actos de CC OO, estaría formada por personas votadas directamente por los círculos y también por representantes elegidos por el Consejo Autonómico, entre los que suenan los diputados en las Cortes Llum Quiñonero y Antonio Estañ. Es decir, Montiel no quiere -o ese mensaje trasladó ayer- imponer una gestora desde Valencia como sí sucede, a su juicio, en los partidos tradicionales, en referencia clara a PP y PSOE.
La propuesta de «unidad» del líder de Podemos, que arrancó el primer aplauso de la concurrida asamblea, aún no tiene fecha de puesta en marcha, aunque Montiel pretende normalizar cuanto antes la crisis que vive la formación en Alicante, que se agravó con la sanción de la Comisión de Garantías Democráticas autonómica y con la posterior dimisión en bloque de los miembros del Consejo Ciudadano, liderado por Jesús Bustos. La idea del secretario general de Podemos en la Comunidad pasa por conocer durante este mes los nombres que integren la gestora. En breve, está previsto que se conozca el calendario para que los círculos elijan a sus representantes para la gestora. La dirección autonómica quiere cerrar este proceso en enero, aunque no descarta convocar elecciones -siempre que Madrid dé el visto bueno- para que la dirección local salga de nuevo de las urnas.
Pero Montiel -que se reunió con dirigentes comarcales (con la evidente ausencia de representantes de la capital) antes de sentarse con las bases- no sólo expuso su hoja de ruta para la ciudad de Alicante, tal vez su principal talón de Aquiles desde que asumió la dirección del partido en la Comunidad, sino que también echó la vista atrás y no evitó la autocrítica. Un «buen gesto», aunque insuficiente para los críticos que se integran en torno a Entre Todos Podemos. De hecho, esta corriente ha puesto sobre la mesa de la dirección autonómica una alternativa a la gestora que defiende Montiel. «Proponemos el establecimiento de un órgano de dirección provisional conformado y elegido por las bases de Alicante y la inclusión de los siguientes candidatos más votados en las elecciones al Consejo Ciudadano autonómico para suplir a los consejeros vacantes». Es decir, los críticos proponen que el mando del partido en Alicante recaiga en una gestora elegida «desde abajo» y sin imposiciones «de arriba», a la vez que piden cubrir las bajas que se han producido en el Consejo Ciudadano autonómico por las dimisiones de los dirigentes inhabilitados con los siguientes candidatos más votados en las elecciones internas, que corresponden a listas opositoras a la que lideró Montiel. La alternativa no se debatió ayer en la asamblea, aunque los miembros de Entre Todos Podemos se la han hecho llegar a los actuales dirigentes autonómicos.
Refundación
En su intervención, Montiel tiró de autocrítica al admitir errores en Alicante y hablar, incluso, de una «refundación» del partido. Dijo que «no ha funcionado» la Comisión de Garantías -órgano encargado de garantizar un funcionamiento democrático, transparente, justo e igualitario de la organización- y admitió de manera velada la desconexión entre la dirección en Valencia y la formación en Alicante. «Me encargaré de que Alicante no vuelva a sentirse fuera de la organización», añadió Montiel, quien no dudó en tender la mano a los militantes más críticos con la anterior dirección local en la ciudad. «Necesito vuestro apoyo. Tenemos que recuperar las bases», afirmó mirando a los asistentes, pero en un evidente mensaje dirigido a la corriente de los díscolos. De hecho, continuó su discurso con un mensaje conciliador: «No hemos sabido dialogar, pero no puede haber vencedores ni vencidos».
Las palabras de Montiel sorprendieron entre los críticos, que no creen del todo las buenas intenciones con las que ayer llegó a Alicante el líder autonómico. «Ahora viene en son de paz. Ahora habla de integración e inclusión, después de controlar a los grupos parlamentarios tras las elecciones generales», sostenían ayer desde Entre Todos Podemos.
