La Abogacía de la Generalitat ha recibido instrucciones para «personarse en calidad de acusación» en representación del Consell en el caso Valmorpersonarse , investigación en la que se dirimen posibles sobrecostes y responsabilidades penales derivadas de la construcción y explotación del circuito urbano de Fórmula Uno de Valencia por parte del expresidente autonómico Francisco Camps, la exconsellera y portavoz de la Generalitat Lola Johnson y el expiloto y promotor Jorge Martínez Aspar.
Así se recoge en una resolución firmada el pasado 18 de diciembre por María José Salvador, consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio. En el documento se recuerda que «sobre la base de una querella formalizada por la Fiscalía Anticorrupción, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Valencia ha abierto diligencias previas abreviadas para la determinación de la existencia de posibles actos de contenido delictivo» presuntamente realizados por Camps, Johnson y Aspar.
Por ello, desde el Consell apuestan por «el ejercicio de cuantas acciones judiciales quepan en defensa de los derechos económicos de la Generalitat que hayan podido ser afectados».
Fuentes de la Generalitat confirmaron su intención de «participar como acusación para poder tener acceso a toda la documentación y aclarar todas las responsabilidades penales de anteriores gestores. Han salido muchas irregularidades ya, pero seguro que aún quedan muchas cosas por descubrir».
Eva Martínez, actual subsecretaria de la conselleria de Hacienda, fue una de las voces que más en contra se alzó contra la gestión de Valmor en las Cortes. Ayer atendió a este diario y dijo: «No me equivoco al decir que la Fórmula 1 habrá costado más de 350 millones de euros al erario público. Es cierto que hubo un impacto económico en la ciudad, pero los sobrecostes y las irregularidades están ahí. Estoy segura de que todo se aclarará en la instrucción judicial y de que hay muchas cosas que aún se desconocen sobre este tema».
Martínez comentó que «todo olía mal desde el principio. Francisco Camps apostó por la constitución de una firma privada como Valmor para poder escudarse en las Cortes cuando le exigíamos documentación... fue una maniobra muy opaca. Apostaron por la entrada de Aspar y Roig para darle relumbrón, pero luego todo comenzó a salir mal y se vio que había mucha trampas».
