Discriminados por enésimo año consecutivo. La aportación económica que está realizando el Gobierno central a la Generalitat durante 2015 no da ni para cubrir los gastos en Sanidad y Educación. Un estudio elaborado por la Conselleria de Hacienda constata que la Comunidad es la autonomía española peor parada en el reparto de fondos si se tienen en cuenta los presupuestos autonómicos para estas dos áreas. Así, el Ejecutivo de Ximo Puig, mientras que para el educativo ha reservado 3.991,32 millones. En total, las dos grandes partidas de las cuentas -exceptuando el Servicio de la Deuda- suman un montante de 9.471,8 millones.
Pues bien, los fondos que transferirá el Gobierno central a la Comunidad durante todo 2015 no se aproximan, ni de lejos, a ese guarismo. Según los datos que maneja la Conselleria de Vicent Soler, el Ejecutivo de Mariano Rajoy «sólo» trasvasará 8.077,1 millones a las arcas valencianas, incluyendo en esa cifra tanto las entregas a cuenta del sistema de financiación como la liquidación del ejercicio 2013. El agujero, por tanto, alcanza los 1.394,7 millones.
Esa cuantía, llamativa de por sí, cobra especial relevancia si se realiza una comparativa con el resto de autonomías. De acuerdo con la información de Hacienda, la Comunidad se encuentra a 18,8 puntos del conjunto de regiones y a 44,3 puntos del territorio mejor financiado. Así, La Rioja recibirá este año 816,8 millones del Estado y gastará 630,36 millones en políticas sanitarias y educativas.
Una y otra ocupan los extremos de la tabla adjunta. La Comunidad es la peor financiada para cubrir los gastos en esas dos áreas -pese a que su gasto por habitante es inferior a la media estatal-, mientras que La Rioja se encuentra en el polo opuesto.
Con esos datos sobre la mesa, no es extraño el interés que tenía el jefe del Consell, Ximo Puig, en reunirse con el presidente del Gobierno. Cuatro meses después de suceder a Alberto Fabra al frente del Palau, Rajoy al fin le recibió en La Moncloa. Fue el pasado lunes. El resultado de ese cónclave, sin embargo, no fue el esperado. El jefe del Ejecutivo central le trasladó que será imposible mejorar ya el sistema de financiación autonómica y trasladó la «patata caliente» al Gobierno que salga de las urnas el próximo 20 de diciembre. Las tensiones de tesorería del Consell son de tal calibre que Puig se vio obligado a solicitar a Rajoy un adelanto de 1.300 millones con cargo al próximo modelo de reparto de fondos con el fin de poder atender los pagos.
La Generalitat, incluso, ha amagado con llevar al Gobierno ante los tribunales por dilatar la aprobación del nuevo sistema de financiación. Y es que el actual tendría que haber expirado el 1 de enero de 2014. Fue entonces cuando se cumplieron cinco años del que sacó adelante el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en 2009. Pero la delicada situación económica que aún atravesaba España el pasado año y las tensiones entre autonomías animaron al Gobierno de Rajoy. La Comunidad Valenciana, por tanto, acumula dos años más de agravio, cifrados en cerca de 1.000 millones anuales. Esa es la cuantía que, en teoría, deberían recibir de más las arcas valencianas si Madrid tuviera en cuenta la población de Alicante, Valencia y Castellón.
El problema de la financiación es de tal calibre que Puig también ha cerrado otra reunión al más alto nivel para tratar de buscar fondos adicionales. El próximo martes, salvo cambio de última hora, mantendrá un encuentro con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En ese cónclave le informará de los problemas económicos de la Generalitat y le reclamará, de nuevo, una inyección de liquidez. Pero no a través de préstamos del FLA, sino dinero que no haya que reintegrar al Estado.
