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César Sánchez se enfrenta a Puig para defender las diputaciones

El presidente provincial plantará batalla frente al «modelo federal» del jefe del Consell

César Sánchez (d) junto al vicepresidente de la Diputación, Eduardo Dolón

Es consciente de lo que se juega, tanto él como presidente como su propio partido, el PP, que, tras la debacle del 24-M, sólo ha conseguido conservar la Diputación de Alicante. Por eso, César Sánchez volvió ayer a dar muestras de que defenderá con uñas y dientes la continuidad de estas entidades locales. Basó esta defensa ya no sólo en que la Diputación de Alicante está saneada, es eficiente y está cerca de los ciudadanos, sino que, además, apeló al papel «vertebrador» que tienen estas instituciones y al papel que juegan para aquellos pueblos más pequeños, en particular como elemento que garantiza la igualdad de oportunidades. Venía a esgrimir así los mismos argumentos que el lunes ya utilizara el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en Toledo. Se alineaba, de este modo, César Sánchez con el jefe de los socialistas, y lo hacía contra Ximo Puig y su intención de ir vaciando poco a poco de contenido las diputaciones hasta que se logre su completa desaparición en España.

«Presentaremos batalla para defender las provincias de España frente al modelo de Estado federal que plantea Ximo Puig y que va más allá de acabar con las diputaciones», proclamó el actual inquilino del Palacio Provincial, coincidiendo con la inauguración del Foro de Suma, organismo éste dedicado a la gestión de tributos y que se ha convertido precisamente en uno de los grandes logros de la Diputación de Alicante. «Cuando el presidente de la Generalitat dice que quiere terminar con las diputaciones, lo que en realidad quiere es terminar con las provincias, porque quiere un modelo de Estado distinto al que nos dio la Constitución de 1978», añadió. No lo decía expresamente, pero volvía a situar a Puig del lado de los independentistas, justo en el día en el que Junts pel Sí y la CUP movían ficha dentro del proceso de creación de un Estado catalán.

Ahora bien, si César Sánchez trataba de hacer frente común, al menos de palabra, con Pedro Sánchez, el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, aprovechaba, en ese mismo foro organizado por Suma, para enmendarle la plana al jefe de los socialistas, por haberse mostrado contrario a la prohibición de que los cargos públicos participen como tales en actos religiosos. El conseller alicantino de Compromís dejó claro que ese punto se incluye en el reglamento de buen gobierno que aún está en fase de exposición pública; que no afectaría, sin ir más lejos, a manifestaciones como la Santa Faz o el Misteri d'Elx; que los ayuntamientos podrán adherirse libremente; y que, en cualquier caso, hasta el mismísimo Pedro Sánchez puede presentar alegaciones si así lo cree oportuno.

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