El anteproyecto de ley de acompañamiento , que deberá ratificar las Corts, depara alguna sorpresa más en materia de organización de la estructura de la Generalitat. El Consell introduce un artículo específico para crear una comisión encargada de la creación, separación, extinción y fusión de conselleries. La actual estructura fue fruto de las negociaciones entre PSPV y Compromís. Fueron tensas conversaciones que acabaron con el actual reparto de conselleries y altos cargos. El Consell de Puig tendrá ahora un órgano específico donde abordar estos asuntos en el caso de una crisis de Gobierno por ejemplo ante una eventual entrada en la Generalitat de Podemos.
La comisión estará integrada por los subsecretarios y otros altos cargos de todas las conselleries. Según recoge la ley en el plazo máximo de siete días tras la publicación de la organización del Gobierno, las direcciones generales competentes en materia de presupuestos, función pública y patrimonio elaborarán un informe donde podría plantearse cambios en las conselleries.
Por otro lado, la ley de acompañamiento de 2016 abre la puerta a que interventores de la administración local puedan entrar en el cuerpo de interventores de la Generalitat. El cambio legal permitirá al Consell situar al frente de este órgano colegiado a cualquier funcionario externo, lo que ha generado malestar no sólo entre los altos funcionarios dependientes de Hacienda, sino también entre los sindicatos. Con este cambio, se abrirían las opciones de Hacienda para poner a personal afín en estos puestos.
