En materia de Cooperación, Alcaraz aseguró que su área tratará de «entender y poner orden en la castigadísima política de cooperación» y confesó «el rubor» que siente por ser sucesor al frente de estas áreas de alguien cuyo nombre prefirió no pronunciar, en referencia a Rafael Blasco, condenado por el desvío fondos de las ayudas a la cooperación y con juicios pendientes. Alcaraz además mostró su voluntad de efectuar «un incremento de los presupuestos en la materia hasta niveles dignos, sin renunciar al 0,7% como objetivo final», aunque reconoció que será imposible alcanzarlo en el año 2016. c. p.