Dos meses después de que César Sánchez fuera elegido presiente de la Diputación de Alicante, el debate sobre los sueldos de los diputados y las dedicaciones parciales para los miembros de la oposición sigue sin tener fecha y mucho menos un acuerdo. La cuestión que ocupa a los diputados desde su toma de posesión pasó de largo en el primer pleno ordinario de la legislatura, que se celebró ayer en el Palacio Provincial. No sólo eso, sino que el PP pactó sobre la bocina con el resto de formaciones excepto EU una iniciativa para solicitar a los ayuntamientos de la provincia de Alicante que faciliten dedicaciones parciales -de hasta un 75% de la jornada total- a los ediles de las oposiciones que así lo reclamen. Es decir, el PP planteó ayer que los consistorios alicantinos -muchos de ellos gobernados por los socialistas aunque con el apoyo de Compromís y marcas blancas de EU y Podemos- concedan sueldo a todos sus concejales, mientras no consigue cerrar un acuerdo con los partidos de la oposición en la Diputación sobre la reducción de sueldos y esas mismas dedicaciones parciales. Esta petición de los populares, que contó con el apoyo de PSOE, Compromís y Ciudadanos, nace tras el reciente reparto de sueldos en Ayuntamientos de más de 50.000 habitantes (como Alicante, Elche o Elda), donde -como sucede en la Diputación- no se cumple el principio de proporcionalidad.
Al margen de la propuesta del PP, presentada bajo el título «moción por la adhesión de los ayuntamientos a un compromiso para la calidad democrática» y que no pasa en realidad de ser una declaración de intenciones al contar los ayuntamientos con independencia sobre la concesión de sueldos y dedicaciones parciales, Ciudadanos hizo un ruego proponiendo una reducción de sueldos que César Sánchez aceptó estudiar. La propuesta de Fernando Sepulcre, ya avanzada por este diario, pasa por situar el sueldo del presidente de la Diputación (67.615 frente a los 90.000 actuales) por debajo del que percibe el jefe del Consell, dejar a los diputados en 57.599 al año y al personal eventual en 40.000 euros. El dirigente se comprometió a alcanzar un acuerdo para la reducción de sueldos y la concesión de dedicaciones antes de que arranque el debate del presupuesto para 2016. Eso sí, lo hizo sin cerrar una fecha concreta para que la Diputación dé carpetazo definitivo a la polémica por los «sueldazos» en la avenida de la Estación.
Mientras el PSOE, en boca de su portavoz José Chulvi, se congratuló de que el PP, tras veinte años al frente de gobiernos en mayoría absoluta en la provincia, se preocupe ahora de la «calidad democrática». Sin eufemismos, Chulvi aplaudió que el PP ahora reclame sueldos para los concejales de la oposición en los ayuntamientos. Los socialistas y Compromís propusieron sendas mociones a la propuesta con detalles menores que fueron aceptadas por el PP.
La discusión de ayer sobre retribuciones, que quedó prácticamente reducida a la propuesta de carácter municipal llevada a pleno por el PP, provocó una agria discusión entre Esquerra Unida y Compromís. La diputada Raquel Pérez (EU), que votó en contra de la iniciativa, volvió a poner sobre la mesa la propuesta defendida desde el principio por su formación, es decir, que los sueldos no excedan tres veces el Salario Mínimo Interprofesional (unos 28.000 euros al año) y sostuvo que su sueldo (68.676 euros) es una «imposición» de la Diputación. Ante esta afirmación, el diputado José Manuel Penalva acusó a la representante de EU de «dar clases de izquierdismo» tras recordarle que los sueldos de Compromís también son impuestos. «Yo todavía no he cobrado ni un duro pese a que he venido a numerosas reuniones. Parece que usted es la única de izquierdas. Así les va, que se van a quedar solos», concluyó Penalva de Compromís.
Además de los sueldos, también se habló, aunque de pasada, de las inversiones en la provincia. Una propuesta formulada por Compromís, que denunciaba «las bajas cifras de inversión del Gobierno de Rajoy en la provincia», contó con el apoyo del resto de la oposición, frente a la abstención del PP y de su socio de gobierno, C's.
