La deuda autonómica creció a un ritmo endemoniado superior al millón de euros a la hora durante el segundo trimestre del año. Así, los datos que publicó ayer el Banco de España vuelven a confirmar las nubes negras existentes sobre las cuentas de una Generalitat que cada día amanece más endeudada. Y es que los números no dejan lugar a las interpretaciones. En el segundo trimestre de este año, coincidiendo con el histórico relevo al frente del Ejecutivo valenciano tras veinte años de poder del PP, la deuda pública de la Comunidad superó por primera vez la barrera psicológica de los 40.000 millones. Un límite que supone, por ejemplo, que la Generalitat ha duplicado su endeudamiento en sólo cinco años.
En concreto, el Banco de España sitúa en 40.085 millones de euros la deuda de la Comunidad Valenciana en el pasado mes de junio, lo que significa un incremento del 13,5% en apenas un año y del 6,5% en relación al primer trimestre de 2015.
Pero el millonario agujero en la Generalitat que no deja de incrementarse año tras año se ve con mayor preocupación si se eleva el punto de mira. Es decir, si se compara con el resto de autonomías, la valenciana es la que arrastra un mayor endeudamiento en relación con su Producto Interior Bruto (PIB), ya que su nivel de deuda supone a día de hoy el 39,6% del PIB regional, lo que deja a la Generalitat dirigida ahora por el socialista Ximo Puig como la más endeudada en relación con su riqueza. Y en términos absolutos la situación resulta igual de pesimista, ya que sólo es superada por Cataluña, que cuenta a segundo trimestre con una deuda de 66.813 millones, que viene a ser el 32,8% de su PIB.
Tales son los nubarrones sobre la Comunidad Valenciana que, en el hipotético caso que esa deuda con los bancos se pagara entre todos los valencianos, saldríamos a unos 8.000 euros por cabeza. Es decir, que una familia formada por cuatro personas tendría que desembolsar 32.000 euros para que la Generalitat pudiera tapar un agujero que parece no tener fin con el actual modelo de financiación autonómica.
Ésta es la «herencia», ya con cifras oficiales del Banco de España, que recibe el gobierno liderado por Ximo Puig y Mónica Oltra, que cuenta con el apoyo desde un segundo plano de Podemos. El nuevo gobierno autonómico, ante la negativa de efectuar más recortes en unos servicios sociales más que exprimidos durante la crisis, deberá ponerse a trabajar para incrementar los ingresos de la Comunidad. Para ello, sólo existen dos fórmulas para que la deuda detenga de una vez su imparable subida: mejorar la economía, que a su ritmo parece tener un mejor aspecto, o exigir en Madrid un cambio en el obsoleto modelo de financiación, que en la actualidad supone un expolio superior a los mil millones de euros cada año. De hecho, tan enorme es la deuda de la Comunidad con los datos a mitad de año sobre la mano que para dejar a un lado los «números rojos» habría que paralizar en su totalidad la gestión autonómica durante casi tres años. Un dato demoledor y clarificador.
El rescate enviado desde Madrid en los últimos años sirvió para que el Gobierno de Fabra pudiera aliviar algunas urgencias, pero a su vez para incrementar a un ritmo demencial el endeudamiento autonómico, ya que los préstamos no han sido a fondo perdido. Tal es así, que en los cuatro años de Gobierno del ahora senador Fabra, el agujero casi se ha duplicado, pasando de los 21.860 millones de euros que «heredó» de Francisco Camps a los 40.085 millones que ha dejado en «herencia» a Puig y Oltra.
Datos del conjunto de España
Por comunidades autónomas, la más endeudada a segundo trimestre de 2015 fue Cataluña, con 66.813 millones (el 32,8% del PIB), seguida de la Comunidad Valenciana, 40.085 millones (el 39,6%); de Andalucía, 29.822 millones (el 20,7% del PIB); de Madrid, 26.341 millones (13,1% del PIB); Castilla-La Mancha, 13.138 millones (el 34,1% del PIB), y de Castilla y León, 10.386 millones (el 18,9%). En el lado opuesto, la autonomía menos endeudada, según el Banco de España a segundo trimestre de este año, es La Rioja, con una deuda de 1.390 millones de euros, lo que supone «apenas» el 17,4% de su PIB.
En general, la deuda pública española se sitúa en el 97,7% del PIB en el segundo trimestre, con 1,052 billones de euros, a un punto del objetivo marcado por el Gobierno de Mariano Rajoy, aunque el endeudamiento de las comunidades ha repuntado al subir el 4,05% respecto al primer trimestre, según el informe del Banco de España.
