De complejo cinematográfico a clúster tecnológico. El presidente de la Diputación, César Sánchez, planteó ayer la instalación de empresas logísticas en el complejo de la Ciudad de la Luz si finalmente el recinto no consigue mantener la actividad para la que fue creado. «Queremos que la Ciudad de la Luz sea una solución y podría convertirse en una sede de empresas de base tecnológica», apuntó Sánchez. El titular de la institución provincial se postuló en estos términos instantes después de recibir en su despacho al alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri. Ambos se reunieron durante 45 minutos y analizaron tres asuntos: la creación de una zona franca en el Puerto, que el Ayuntamiento pueda utilizar el Auditorio para organizar ferias y congresos, y el convenio entre el consistorio alicantino y Suma -el organismo de gestión tributaria de la Diputación-.
Por partes. El impulso de una zona con exenciones fiscales ligada a los muelles fue uno de los puntos clave del encuentro. «Tener un espacio libre de impuestos con empresas amables para la ciudad ayudaría a la reactivación económica», apostilló César Sánchez. Pero, ¿qué opina el Ayuntamiento? Hasta ahora, la corporación se había mostrado en contra. El portavoz del tripartito, Natxo Bellido, afirmó a finales de agosto que «experiencias de este tipo no han funcionado» e incluso emplazó al presidente de la Diputación a «no meterse en esos jardines». Pues bien, el alcalde le desautorizó ayer. «El proyecto de zona franca cuenta inicialmente con el apoyo del Ayuntamiento. Esperemos que sea un elemento positivo», zanjó.
Esa actuación no se enmarcaría únicamente en el recinto de la Autoridad Portuaria. La idea de la Diputación, y así constará en el estudio encargado a Ineca, es que se puedan aprovechar terrenos próximos a los muelles para que se instalen allí empresas tecnológicas. Entre ellos, los de la Ciudad de la Luz. «Su destino, por desgracia, es incierto. Si finalmente no se usa para cine, podría ser un buen lugar para la instalación de empresas», apostilló Sánchez.
El segundo de los asuntos que se abordaron ayer fue el convenio entre Suma y el Ayuntamiento. Sobre la mesa sobrevoló la propuesta de Echávarri de romperlo de manera anticipada para que sean de nuevo los funcionarios los que asuman la recaudación de impuestos en la ciudad. «Según los funcionarios, ese convenio fue una sustracción de soberanía», sentenció el primer edil. El titular de la institución, por su lado, admitió que la «autonomía, voluntad y soberanía» del Ayuntamiento «no puede ser menoscabada». Las dos partes, no obstante, acordaron crear una mesa de trabajo para negociar un acuerdo. Exactamente lo mismo se pactó para impulsar la zona franca.
También se creará un tercer equipo de trabajo para valorar la posibilidad de que la Diputación ceda al Ayuntamiento las instalaciones del Auditorio con el fin de organizar ferias y congresos. La propuesta emanó del alcalde. Y César Sánchez la vio con buenos ojos. «Es tiempo de compartir y caminar juntos», señaló.
El también alcalde de Calp además valoró la polémica de los sueldos en la Diputación y emplazó al Gobierno central a acometer una reforma en profundidad de los salarios y los asesores de los políticos: «Se debería regular. Cuando uno llega a una institución ya tendría que saber sus medios para que no exista tanta discrecionalidad».
