El considerado "número dos" de la trama Gürtel, Pablo Crespo, ha asegurado hoy que las empresas del grupo Correa "jamás" facturaron por algún trabajo no realizado o por más de lo de previsto porque, de haber sido así, "habría sido una estafa" y podría haber afectado a su "credibilidad" empresarial.

Crespo, para quien la Fiscalía reclama una pena de once años y medio de prisión por cohecho y tráfico de influencias, se ha manifestado así en su segunda jornada de declaración como imputado en el juicio que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano por los contratos de la Generalitat con la supuesta red corrupta para el montaje de su expositor en la feria de turismo Fitur.

A preguntas de su abogado, Crespo ha sostenido que en su empresa "siempre han sido muy escrupulosos con los trabajos realizados" y que, si se le hubiera ocurrido facturar por un trabajo no realizado, "no solo habría supuesto un delito" sino que también habría "afectado al prestigio" del grupo y este no se lo habrían "jugado".

Según ha defendido, no habría permitido que se facturara por el doble o el triple, como sostiene la acusación, porque le "parecería una estafa".

Preguntado por si "le dijo -Francisco- Correa que esto era un grupo para delinquir", el acusado ha respondido que "para nada", y ha descrito a su grupo empresarial como "un conjunto de empresas que ha hecho un trabajo impecable" y "de las mejores empresas de España en el sector", y que no ha tenido intención de delinquir.

"Ni el señor Correa ni yo hemos sido conscientes de que hayamos sido un conjunto de empresas para delinquir", ha insistido el procesado, que, al contrario que ayer, se ha mostrado sereno y relajado.

En su comparecencia, ha sostenido que en las condiciones para poder presentarse al concurso para la concesión de los expositores de Fitur "solo pedían lo trabajado en últimos años, que se aportó", y que su empresa estaba en "condiciones idóneas" para presentarse al concurso y llevó a cabo el trabajo "con éxito".

En el interrogatorio, ha denunciado que en la causa se han tomado por facturas borradores de las mismas, y ha afirmado que en los informes policiales "las hay, pero no son las -facturas- definitivas" y que "hay algunas que no han llegado a la Agencia Valenciana de Turismo pero que están incluidas en la instrucción".

Por otra parte, ha admitido que existe "algún trabajo extra" del grupo empresarial que no está soportado por un presupuesto previo, dado que fueron "cerrados verbalmente" por necesidad del servicio, "cosas que se debían resolver con premura".

Pablo Crespo ha explicado que su empresa fue la que ofreció un precio más económico para montar el expositor de la Generalitat en Fitur, mientras que fue "la más cara" en otras partes del contrato obtenido.

"Cada uno desarrolla las estrategias empresariales que le conviene. Del millón y medio de euros que suponía el concurso ganado con la Generalitat, Fitur era más del 66 % (930.000 euros). En el resto ferias, fuimos los más caros", ha apuntado para negar influencias para obtener los contratos, "salvo las especulaciones de los informes policiales".

Sobre su determinación como 'número dos' de la trama corrupta, ha señalado que vio estos términos "en el informe policial" y que "no tiene sentido esta designación en una empresa".

A su juicio, "parece un término acuñado para su uso mediático, como así ha sido", y sospecha que "se ha filtrado" a la prensa, "que se ha hecho eco de él".

"He sido una persona de confianza de todas con quien he trabajado. Soy leal y trabajador. Eso de 'número dos' parece acuñado para organizaciones criminales, y nada más lejos de nosotros, que éramos personas normales y trabajadoras", ha añadido.