El Consell de Ximo Puig acaba de dejar a cero la deuda que heredó con la Volvo Ocean Race del anterior ejecutivo de Alberto Fabra. La Conselleria de Hacienda, comandada por Vicent Soler, abonó este pasado jueves los 591.813 euros que quedaban pendientes de pago por la organización del village de la prueba en Alicante. Tal y como informó este diario en su edición del lunes, la promotora de la vuelta al mundo a vela había remitido un burofax a la Generalitat amenazando con emprender acciones judiciales si no recibía esa cuantía antes del 14 de agosto. El Consell, ante las altas probabilidades de perder el litigio en los tribunales de Londres, optó por pagar. Y lo hizo el jueves.
Esos 591.813 euros se suman a los más de 2,2 millones que había ido abonando este mismo año el Ejecutivo autonómico por las pérdidas que se registraron en el village. El anterior gobierno del PP decidió modificar el convenio con Volvo en 2013 y acordó que fuera la empresa la que se encargara de organizar las instalaciones. Si los ingresos de patrocinio cubrían los gastos de montaje, las arcas del Consell no abonarían ni un euro. Pero si, por el contrario, se producía déficit, la Generalitat asumiría un máximo de tres millones. Pues bien, Volvo declaró pérdidas por 2,99 millones que, al final, han quedado reducidas a poco más de 2,8 millones.
