Dígame, ¿quién será el próximo presidente de la Diputación?
Hay dos alternativas. Que el PP proponga un candidato y que el PSOE proponga otro. No hay otra posibilidad. Nosotros siempre hemos dicho que nos marcamos dos líneas rojas: una, la imputación por corrupción, tal y como dicen nuestros Estatutos; y la segunda, que hay personas que nosotros no las vemos como presidenciables. No quisiera que esto sonara como algo personal, porque de la política no hago nada personal. No vemos a José Císcar porque su trabajo como vicepresidente de la Generalitat y conseller de varios ramos no ha sido el mejor del mundo. Aparte de que era la mano derecha de un presidente de la Generalitat que no lo ha hecho bien ni para su partido ni para la Comunidad. Por lo tanto, ser la mano derecha de Francisco Camps no creemos que sea un aval.
¿Entonces, no le guarda rencor a Císcar?
No estoy programado para tener rencor ni a Císcar ni a nadie. Escenificamos eso en las Cortes, lo que es la política por un lado y lo personal por el otro.
Pero él admitió hace unas semanas que maniobró para apartar a Joaquín Ripoll de un tercer mandato en la Diputación. Fue entonces cuando usted se quedó sin su puesto en la institución provincial.
A mí no me cesa nadie, yo me voy. Me voy porque mi función en la Diputación ya ha terminado y donde a uno no le quieren, no tiene porqué estar. Me invitan a que esa relación contractual termine, porque era indefinida...
¿De qué habló con Císcar en ese encuentro en las Cortes?
Fue un acercamiento suyo en los escaños. Me dijo que él no tenía nada que ver con unas declaraciones relancionándome con el Brugal, que es el súmmum del despropósito. Ni siquiera estaba en política cuando empezaron esos asuntos turbios. Fue una forma de disculparse y le dije que lo desmintiera. No lo ha hecho, pero no le doy mayor importancia.
¿No le pidió el apoyo para presidir la Diputación?
Sí me dijo una cosa que le honra, que él no iba a ser obstáculo para que la Diputación fuera un organismo estable y operativo para los ciudadanos.
A día de hoy, ¿cómo ve la situación?
Ya se han nombrado los diputados y nosotros seguimos en nuestra situación original. No vemos al señor Císcar. Que el PP proponga a su candidato y en función de quién sea, votaremos sí, no o abstención.
Si se enroca y se mantiene firme en su carrera hacia la Presidencia, ¿pactarían con las fuerzas de izquierda?
Los señores del PSOE están encantados con que Císcar persevere en su idea de ser presidente de la Diputación. Nosotros no tenemos ningún problema con el PSOE. Son gente sensata y así lo han demostrado en el gobierno de España y en las comunidades autónomas. Se equivocan como todo el mundo, pero son gente con la que se puede dialogar y llegar a acuerdos. Por lo tanto, ellos están por la labor. Incluso los señores de Compromís estarían de acuerdo en no entrar en el gobierno.
¿Eso lo tienen ya hablado?
Sí. Esa es una alternativa.
Pero un diputado del PSOE, Agustín Navarro, está imputado.
Eso es algo que tienen que solucionar ellos.
Hoy (por ayer) ha recogido la credencial.
A veces se toma posesión de un cargo y se puede abandonar si el partido se lo pide. Ese es un problema del PSOE.
Por lo que ha comentado antes, esa sería una línea roja para llegar a un acuerdo con los socialistas.
Sí, por supuesto. No podemos ponerle una línea roja al PP y otra distinta al PSOE. Sería absurdo.
¿Se equivocó su próximo diputado provincial, Fernando Sepulcre, cuando suavizó el veto a Císcar? Al día siguiente Alexis Marí le desautorizó.
Orgánicamente, quien tiene algo que decir en esos términos soy yo, que soy el coordinador provincial, y el delegado territorial, que es Emilio Argüeso. Todas las demás opiniones que orbitan alrededor...
Pero Sepulcre es el que votará.
No me refiero a él. Todas las opiniones externas a la provincia, como la de Alexis, que es compañero, son bienvenidas, pero no dejemos de focalizar dónde está la atención, que es en la provincia de Alicante. Fernando Sepulcre va a ser un magnífico diputado provincial y las opiniones que vierte son las suyas. En este caso coinciden con la dirección provincial del partido. El señor Císcar no es el candidato idóneo.
¿Y quién sería? ¿César Sánchez?
Parto de la base que César Sánchez, como cualquier otro diputado que no esté imputado y no sea el que hemos hablado anteriormente, lo consideraremos. Creo que César Sánchez, al que conozco también por la relación en las Cortes, no ha hecho una mala función en su ayuntamiento. Sería una imagen de regeneración para el PP y de nueva generación en política. Ya está bien de políticos que llevan 30 años orbitando alrededor de los cargos. Si es César Sánchez, pues estupendo. Y si no, también.
