La vicepresidenta del Consell y titular de Igualdad y de todas las competencias de Bienestar Social, Mónica Oltra, aseguró ayer durante su toma de posesión que no puede prometer que no cometerá «equivocaciones», pero secomprometió «a reconocerlas, a encontrar soluciones, a decir siempre la verdad y a escuchar». «Es la vacuna para todos los males que a veces han afectado a las personas que no ejercían el poder desde la horizontalidad que da la credibilidad», aseveró. Oltra hizo estas afirmaciones tras recibir el traspaso de competencias de manos del exconseller Manuel Llombart -que asumió la gestión de la política social después del cese de Asunción Sánchez Zaplana- en un Palau de Valeriola -sede de la conselleria- con las puertas abiertas de par en par y ante el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

En un emotivo discurso, que fue traducido al lenguaje de los signos, Oltra propuso a los asistentes, entre los que había representantes de entidades de la dependencia y de la discapacidad, buscar las políticas que primero combatan la situación de «emergencia democrática», para construir una sociedad «más igual y más justa». Agradeció el trabajo de las entidades sociales en los últimos años por lograr unas instituciones que además de predicar «practicaran la solidaridad», y les aseguró que «siempre estarán abiertas» las puertas de la Conselleria, donde el diálogo será «la herramienta de trabajo». Propuso además construir políticas de igualdad entre hombres y mujeres, donde las discriminaciones «no sean posibles y por tanto la violencia de género tampoco» y que la política «alimente una sociedad libre, diversa y alegre», donde todas las personas sean conscientes del «gran valor que aporta la diferencia».

Mónica Oltra afirmó que cuenta con la «complicidad» de la sociedad civil y sobre todo con los trabajadores públicos; agradeció al equipo saliente el traspaso de poderes; y dedicó la parte final de su discurso a los reconocimientos personales. Primero, a las personas que han trabajado con ella «codo con codo» para hacer posible «este gran cambio político», y con la voz entrecortada, a su familia, representada allí por su marido, Luis; sus dos hijos, Luis y Emilio, su madre, su hermano y sus tíos, «orgullosos y vestidos de domingo, que es como nos vestimos la gente sencilla en las ocasiones importantes». Su presencia «me recuerda quién soy, quiénes somos, para que nunca me aparte del camino que me enseñaron», aseveró.

Tras su intervención Oltra recibió un fuerte aplauso y el abrazo de Puig y también de su hijo pequeño, Emilio, que no dudó en saludar también a Llombart. Llegó a la sede de su Conselleria junto a Puig andando desde el Palau, donde tras una breve reunión de los consellers han tenido ocasión de saludarse las familias, como los hijos de la vicepresidenta y la hija de la consellera Carmen Montón.