Ximo Puig utiliza la expresión «coser la Comunidad» para evitar la palabra maldita de «vertebración» y toda la historia política que gira a su alrededor. Va a necesitar, además de una buena aguja y un mejor hilo, mucha inteligencia emocional, cabeza fría y no poca mano izquierda. Las élites conservadoras de Valencia y Alicante están en sus cosas, en sus agravios y en sus muy rentables victimismos. La visita a las Fogueres del nuevo alcalde de Valencia, Joan Ribó, fue un gesto inteligente en la búsqueda de complicidades; pero si esa aproximación no tiene continuidad y no se la dota de contenido por parte del Consell, puede quedarse todo en pura anécdota epidérmica, como lo fue la visita hace más de 30 años de Ricard Pérez Casado. Coser, vertebrar, unir, ser cómplices? todo eso está muy bien. Pero Valencia debe tener muy claro que el ancla de la Comunidad está en Alicante. Si se suelta va a ser muy mal negocio para todos. Para los alicantinos, también, que no lo olviden.
