El socialista Ximo Puig ha sido elegido presidente de la Generalitat Valenciana, al lograr el apoyo de los parlamentarios de PSPV y Compromís y de ocho diputados de Podemos, de modo que ha logrado 50 votos favorables, justo el número de la mayoría absoluta necesaria.

Así, Puig se convierte en el sexto jefe del Ejecutivo valenciano y en el segundo socialista que ocupa este cargo. De este modo, ha sido investido jefe del Consell y sucede al socialista Joan Lerma y a los 'populares' Eduardo Zaplana, José Luis Olivas, Francisco Camps y Alberto Fabra.

Tras la constitución de las Corts el pasado 11 de junio, el pleno de investidura se ha celebrado este jueves y en él Puig --el único candidato propuesto a 'president'-- ha obtenido, mediante sistema de votación pública por llamamiento, el "sí" de 50 diputados, es decir, de los parlamentarios socialistas, de Compromís y de ocho de Podemos --los otros cinco representantes de este grupo se han abstenido, entre ellos, su portavoz, Antonio Montiel--.

Por su parte, PP y Ciudadanos han votado "no" a la investidura de Puig, de forma que se han logrado 44 votos en contra. La anécdota de la votación la ha protagonizado el 'popular' Miguel Ángel Mulet, quien ha respondido: "Sí, no, perdón".

El proceso se ha llevado a cabo por el sistema de votación pública por llamamiento, en el que los 99 diputados han sido llamados por orden alfabético, empezando por Juan Ginés Córdoba tras haber sido elegido a suerte, y puestos en pie cada parlamentario ha dicho "sí", "no" o "abstención" a la candidatura de Puig.

Los últimos en votar han sido los miembros del Consell que tienen acta de parlamentarios, y finalmente lo han hecho los cinco componentes de la Mesa de Les Corts.

El portavoz de Podemos, Antonio Montiel, ya había avanzado en su discurso que su grupo parlamentario daría sólo ocho de sus 13 votos a la investidura del socialista Ximo Puig como 'president' de la Generalitat --justo los que necesitaba para la mayoría absoluta--, "para estar seguros de que no olvidará el compromiso adquirido con la sociedad valenciana en el Acord del Botànic".

En su discurso de este mañana, Ximo Puig, se ha comprometido a poner a las personas en el centro de la acción política y ser un presidente "cercano y humilde", y ha pedido la confianza del Parlamento valenciano para gobernar "humildemente y pensando antes de nada en los más humildes".

Por su parte, el portavoz del PP en las Corts y ya expresidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha defendido con "orgullo" la gestión que ha hecho su Gobierno en los últimos cuatro años, "los peores de la crisis" y ha pedido a Puig que se aleje de "tentaciones del populismo" del "multipartito".

Por su parte, la portavoz de Compromís, Mónica Oltra, ha dado su apoyo al candidato del PSPV para "crear las bases de un nuevo país" y "contribuir a que el Acord del Botànic sea una realidad", mientras que la síndica de Ciudadanos, Carolina Punset, ha centrado su intervención en la lengua y ha advertido de que "allá donde triunfa la inmersión lingüística estamos volviendo a la aldea".

Punset ha expuesto las "dudas" de su formación sobre las medidas "populistas" anunciadas y le ha reprochado su cercanía a posturas nacionalistas, al tiempo que ha asegurado que recuperar el valenciano "puede ser muy emotivo pero poco útil para encontrar un empleo".

La exalcaldesa de Valencia y diputada del PP, Rita Barberá, quien ha sido de las primeras en llegar al hemiciclo, ha protagonizado también uno de los momentos del pleno al pedir la palabra por sentirse aludida cuando Puig ha solicitado a los populares mirando hacia su bancada que dejen de "pasear el rencor", pero el presidente de Les Corts no se la ha dado al no haber sido citada.

TOMA DE POSESIÓN

Tras ser investido 'president', el siguiente paso que dará Puig será el juramento o promesa del cargo y la toma de posesión, tras su nombramiento por el Rey. Será el domingo cuando se celebrará este acto, a partir de las 11.00 horas, al que está previsto que asistan el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; el exministro y actual portavoz del grupo socialista en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, y el secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Tras jurar o prometer su cargo, Puig hará una "proposición" sobre su programa de gobierno -que no será objeto de debate-- y, a continuación, la comitiva socialista se desplazará hasta el Palau de la Generalitat donde se realizará un acto simbólico de apertura de puertas a la sociedad.

PERFIL DE XIMO PUIG

Ximo Puig, de 56 años y natural de Morella (Castellón), está casado y tiene dos hijos. Periodista de profesión, trabajó en el periódico Mediterráneo de Castellón, la Agencia EFE, Radio Popular y Antena 3 Radio.

En mayo de 1995 fue elegido alcalde de Morella y fue reelegido por mayoría absoluta primer edil en las convocatorias electorales de 1999, 2003 y 2007. Diputado autonómico desde 1999 hasta 2011, fue portavoz del grupo socialista, vicepresidente de las Cortes valencianas y portavoz adjunto.

En 2011 fue elegido miembro del Congreso de los Diputados por la circunscripción de Castellón, escaño que dejó tras las elecciones del pasado 24 de mayo. Es secretario general del PSPV-PSOE desde el 1 de abril de 2012 y, mediante primarias abiertas, fue el primer candidato socialista a la Generalitat elegido por este proceso con el voto de más de 40.000 valencianos.

El nuevo president de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, volverá al Palau de la Generalitat veinte años después de abandonarlo junto al president Joan Lerma, de quien fue jefe de gabinete, en esta ocasión para comandar el cambio en un Ejecutivo gobernado en las dos últimas décadas por el PP.

El camino para lograrlo no ha sido fácil, pues desde que en 1995 el PSPV pasara a la oposición ha vivido su particular travesía del desierto, con seis congresos, cuatro gestoras, cuatro secretarios generales y cuatro candidatos a la Generalitat, y tampoco ha sido un camino de rosas la negociación para el pacto de gobierno.

De hecho, Puig llega a la presidencia del Consell con la paradoja de haber obtenido los peores resultados electorales de la historia, aunque el haber sido el más votado entre los partidos de la izquierda ha permitido finalmente, arduo pacto con Compromís mediante, volver a la plaza de Manises con mando en plaza.

El sexto president de la Generalitat de la etapa autonómica -el segundo socialista- es un periodista de 56 años metido a político con una amplia experiencia institucional, pues ha sido diputado provincial, autonómico, nacional y, sobre todo, alcalde durante diecisiete años de su localidad natal, Morella (Castellón).

En marzo de 2012 consiguió a la segunda convertirse en secretario general del PSPV-PSOE -el sexto en sus tres décadas de historia- después de que en el congreso anterior le faltaran veinte votos para ganar, y dos años después fue elegido candidato a la presidencia de la Generalitat en las primeras primarias abiertas de la historia del PSOE.

Mantiene desde hace tiempo una estrecha relación con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aunque desde que Pedro Sánchez llegó a la Secretaría General del PSOE este ha visitado en numerosas ocasiones Valencia, donde por ejemplo se firmó una declaración contra la corrupción y por la regeneración.

El secretario de Reformas democráticas del PSOE era consciente de que estos comicios eran su única oportunidad para seguir de líder de un partido acostumbrado a relevar dirigentes tras cada revés electoral, y de hecho había admitido antes de las elecciones que se replantearía su futuro si los valencianos no le brindaban su apoyo.

En el ámbito personal, este morellano de pura cepa, casado con Amparo y padre de Miquel y Pau, es un apasionado del periodismo que devora a diario la prensa y al que le gusta mucho caminar, por lo que siempre que puede se escapa entre semana al antiguo cauce del río Turia, en Valencia, y el fin de semana a La Alameda de Morella.

Tiene también un perro, Pancho, adoptado de una perrera y que se quedó en casa por el empeño de sus hijos pese a la oposición del padre, quien ahora lo echa de menos cuando no está con el can, que siempre que ve a su amo por televisión alza las orejas y se queda atentamente mirando la pantalla.

Desde la misma noche electoral adoptó un tono institucional, al entender que los números determinaban que los socialistas debían presidir la Generalitat, pero las negociaciones no han sido fáciles con Compromís, que ha ejercido una gran presión desde el primer momento hasta cerrar el pacto de Gobierno entre ambas fuerzas.

El nuevo president de la Generalitat, de trato afable y carácter abierto, inicia una etapa en la que deberá reforzar su liderazgo interno y buscar el equilibrio con sus socios de gobierno para lograr que haya un Ejecutivo compartido y no dos Consells cuyos miembros compitan o se miren de reojo entre ellos.

Puig se sentará en los bancos azules del Gobierno en Les Corts junto a la futura vicepresidenta de la Generalitat y portavoz, Mònica Oltra (Compromís), cuyo tirón personal puede hacerle sombra y darle un protagonismo incluso superior al del president.