El consejero delegado de Orange Market, Cándido Herrero, negó ayer que su mercantil regalara relojes o bolsos a cargos públicos de la Generalitat Valenciana aunque sí «mantas en Navidad». «Había un listado con personas a las que se repartieron mantas y pulseras, pero nada más», declaró cuando la fiscal le mostró un documento que hacía referencia a «regalos en Navidad de 2007» y figuraban, entre otros, perfumes o bolsos. Herrero se pronunció así en su declaración como acusado en el juicio por la pieza 3 del caso Gürtel, relativa a supuestas irregularidades en contrataciones de la feria Fitur entre los años 2005 y 2009. Ha sido el primero de los 13 acusados en declarar en esta causa, que se inició la pasada semana con las cuestiones previas. En el banquillo se sientan, entre otras, dos exconselleras del Ejecutivo de Francisco Camps: Milagrosa Martínez y Angélica Such.

Herrero comenzó a declarar a las 10 horas y tras hacer un paréntesis para comer, se reanudó la sesión a las 17 horas. Las preguntas de la tarde se refirieron, en gran parte, a los presuntos regalos que habría realizado la trama Gürtel en contraprestación a las adjudicaciones de la feria Fitur. Así, se le mostró un listado con nombres de personas y regalos para Navidad, pero el acusado afirmó que no lo reconocía y que solo recuerda un listado con regalos de mantas y pulseras que tenían en la oficina. «Hay un listado de personas para regalos de mantas en Navidad que sí lo conozco porque, además, fue personal de la empresa a repartirlo», agregó.

Por otro lado, se le preguntó por una conversación en la que ordenó a un empleado de Orange Market que retirara de la oficina unos discos duros con información «sensible» que luego incautó la Policía. En ellos había información sobre estos supuestos regalos.

Al respecto, Herrero explicó que el supuesto número dos de la trama, Pablo Crespo, le había advertido previamente de que debían tener cuidado con estos servidores y discos duros porque contenían información de las campañas electorales del PP. «Pablo me dijo que había que tener cuidado con esa información porque era de un partido, por si alguien se lo llevaba o algo». Así, afirmó que los mismos se referían a estas campañas, «pero no a los regalos». «Eran servidores donde había mucha más información», señaló.

Herrero además defendió que no existía una contabilidad B en la empresa en la que trabajaba desde el año 2006, sobrecostes o duplicidad en facturas, al tiempo que negó que su jefe, El Bigotes, hiciera regalos a las exconselleras Martínez y Such.