Para saldar los 37.615 millones que, en estos momentos y según el Banco de España, acumula la Generalitat como deuda con los bancos, los valencianos tendrían que rascarse el bolsillo. Si, finalmente, se tomara la decisión de pagarlo con una colecta y abonando una cantidad por cabeza, saldríamos nada menos que a 7.600 euros por barba. Una familia media de cuatro personas tendría que poner encima de la mesa unos 30.000 euros. En estos momentos, la solución para el «agujero» pasa únicamente por ampliar la recaudación. No son posibles más recortes sin deteriorar, todavía más, los servicios públicos. Así que únicamente queda mejorar la financiación autonómica, un modelo que está caducado desde enero de 2014, estimular la economía para favorecer la recaudación de impuestos vinculados al consumo y tratar de mejorar la eficacia de la gestión tributaria con una agencia propia como plantea en su programa el nuevo gobierno de izquierdas. Por cierto que, sin ni siquiera empezar a gestionar, el Ejecutivo del PP en Madrid ya empezó a disparar contra el gabinete de izquierdas en la Comunidad. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría advirtió de que, en el caso de que el bipartito progresistas ponga en marcha ese nuevo organismo, recurrirá a los tribunales para frenar su creación. Una declaración de guerra sin que se haya producido el cambio. P. r. f.