A falta de que se concrete quién gobernará la Diputación a partir del 15 de julio -día que se celebrará el pleno de investidura-, los dos principales partidos siguen barajando nombres. En el PP los aspirantes son el presidente provincial del partido, José Císcar, y la actual inquilina del Palacio Provincial, Luisa Pastor. La también alcaldesa de San Vicente tiene intención de completar un segundo mandato, pero los apoyos son de Císcar. Ambos, sin embargo, contarían con un «no» de Ciudadanos (C's) en la votación. Y en ese maremágnum gana opciones el hasta ahora tapado Miguel Ortiz. El alcalde de Altea, uno de los históricos del zaplanismo y antiguo compañero de Tormo, es visto con buenos ojos por la formación de Rivera. Podría ser la opción para que el PP gobernara.

El PSPV, por su lado, ha visto el cielo abierto con la batalla entre Císcar y Pastor. Es consciente de que sus opciones para presidir la Diputación ganan enteros si uno de los dos es el candidato definitivo, y el partido ya baraja varios nombres para la Presidencia. Uno de ellos es el de José Francisco Chulvi. El alcalde de Xàbia es uno de los pocos dirigentes socialistas de grandes municipios que se salvó el pasado 24-M de una sangría de votos. Es más, ha cosechado unos resultados históricos. En 2011 logró 2.380 votos y seis concejales, mientras que ahora ha conseguido 5.655 apoyos y 14 ediles. Es decir, una amplia mayoría absoluta.

Otro de los nombres que suenan para dirigir la institución provincial es el de Jaume Pascual, de sobra conocido en la casa. Es alcalde de l'Alqueria d'Asnar desde 1979 (un pequeño pueblo de montaña de 527 vecinos) y diputado provincial desde 1995. Sus resultados el 24-M también le avalan. Revalidó la mayoría absoluta con cinco concejales frente a los dos que obtuvo el PP.