Las peticiones por parte de las defensas de los imputados para reclamar la nulidad de las escuchas telefónicas del caso Brugal han sido constantes durante los cinco años transcurridos desde que se levantó el secreto del sumario. Sin embargo, la respuesta de los tribunales siempre ha sido la misma: éste no es el momento procesal oportuno y eso se deberá plantear en el comienzo del juicio. El momento ha llegado. El lunes la Audiencia Provincial de Alicante juzgará una de las piezas separadas derivadas de esta macrocausa de corrupción y por tanto será el momento para que los tribunales se pronuncien sobre la nulidad de estas escuchas.

En el banquillo se sentarán una funcionaria de la Agencia Tributaria y un empleado de confianza del empresario Ángel Fenoll. La acusación se apoya en las escuchas del caso Brugal que, según el ministerio público, desvelaron que la primera estaba facilitando al segundo datos sobre la investigación por fraude fiscal que tenía abierta el industrial de la Vega Baja. El fiscal pide dos años y seis meses de prisión y otros seis años de inhabilitación para ambos imputados.

La investigación tributaria derivó en una denuncia penal por la que el empresario Ángel Fenoll acabó siendo condenado el pasado verano por un juzgado de lo Penal de Orihuela a 35 años y seis meses de prisión y una multa de 4,6 millones de euros.

Las escuchas del caso Brugal reflejaban que Fenoll, cuando la investigación tributaria se encontraba aún en el ámbito administrativo, contactó en el año 2007 con uno de sus asesores para que estuviera al tanto de la marcha de las pesquisas y tratara de influir en su resultado.

El abogado Rafael Mira Miralles, que lleva la defensa de la funcionaria, ya planteó durante la instrucción judicial la nulidad de las escuchas y ahora tendrá ocasión de plantearlas al tribunal al inicio del juicio. El letrado planteará la nulidad parcial de los pinchazos al empresario Rafael Gregory, uno de los principales acusados en la trama Brugal, y por cuyas conversaciones se llegó a esta pieza separada de la macrocausa. Durante la instrucción planteaba que los autos por los que se acordaba la medida eran nulos porque estaban muy poco motivados. La petición fue denegada contestando que el momento para plantear estas cuestiones era el inicio del juicio oral. El momento, por tanto, será este lunes. La Sección Décima de la Audiencia ha reservado dos días para celebrar el proceso por un presunto delito de revelación de secretos. Todavía está por ver si lo que acabe resolviendo la Audiencia tiene algún efecto sobre el resto de las piezas separadas de esta causa.