El cambio de rumbo en la Comunidad Valenciana se vislumbra. El PSPV y Compromís comenzaron ayer a tomar posiciones para desembarcar unidos en el Palau de la Generalitat. Los dos partidos de izquierda no van a tener dificultades para alcanzar un acuerdo de gobierno, otra cuestión es quién será el jefe del Consell: Ximo Puig o Mónica Oltra.

Los dos líderes políticos consideran que son los idóneos para sustituir a Alberto Fabra, por lo menos así lo dejaron claro ayer en sus declaraciones públicas, ya que entre ellos apenas han intercambiado unos mensajes de texto por teléfono móvil. El candidato de los socialistas valencianos entiende que es él quien debe ser el próximo presidente por ser el partido de izquierdas que tiene más votos y apeló a la «lógica democrática». De hecho, considera que, en esa política de pactos entre ambos partidos, Joan Ribó, candidato de Compromís a la Alcaldía de Valencia, debe ser el sustituto de Rita Barberá al sumar más apoyos que el PSOE.

«Efectivamente, los ciudadanos han orientado tanto el qué como el quién en cada sitio, Generalitat y Ayuntamiento de Valencia», recalcó Puig, quien no obstante, tendió puentes y coincidió con Oltra en que primero se debe decidir qué política se hace y después quién. «Los ciudadanos han decidido pasar página. Hay que construir un Gobierno sólido y capaz, con instituciones honradas y transparentes, con acuerdos con sindicatos y empresarios para construir un nuevo modelo de desarrollo», afirmó Puig.

Aunque en público pasó de puntillas sobre un acuerdo en las Cortes con Compromís y Podemos, el líder de los socialistas valencianos considera que es lo que los ciudadanos «exigen», por lo que «estaremos todos a la altura de las circunstancias». Lo que sí parece claro es que la idea que tenía entre manos el PSPV antes de las elecciones de ofrecerle a Oltra la presidencia de las Cortes se ha difuminado. Más cerca está la líder de Compromís, con la fuerza que le dan los magníficos resultados obtenidos, de ser vicepresidenta del Consell, con plenos poderes.

Mónica Oltra, por su parte, fue muy clara respecto a cuáles son sus aspiraciones. «Me presenté para ser presidenta», dijo sin rubor y convencimiento, y se apoya en que los resultados electorales conseguidos, con 19 escaños, 13 más que hace cuatro años, la «acompañan» en su propósito. Aún así, ser la presidenta del Consell no es tan importante para ella como «qué políticas» se llevarán a cabo «que pongan en el centro al ser humano y rescaten personas».

Cambio profundo

No obstante, la dirigente de Compromís, no quiere que el histórico momento político que vive la Comunidad Valenciana se convierta en un «cambio de sillas», en referencia a que Compromís asuma la Alcaldía de Valencia y Puig la Presidencia del Consell. «Si vamos a empezar a jugar a las sillitas, volveremos a defraudar como ha defraudado tantas veces la política a los ciudadanos». Por ello, incidió en que lo verdaderamente importante es un «cambio profundo de paradigma», al tiempo que lanzó un claro mensaje al PSPV: «El PP ha perdido casi la mitad de sus apoyos, pero los socialistas también ha perdido un tercio».

Mónica Oltra insistió en que los ciudadanos han hablado en las urnas, «vamos a ver qué políticas hay detrás de cada proyecto y una vez tengamos claro cuál es el proyecto de un futuro gobierno, estoy segura de que sabremos quiénes tienen que liderar el futuro». La líder de Compromís se mostró dispuesta a iniciar el diálogo con otras formaciones «lo antes posible» para conformar un gobierno «que empiece a rescatar personas», ya que hay muchas personas «que en este país ya no tienen tiempo». De hecho, la Ejecutiva se reunió anoche y acordó iniciar una ronda de contactos con todos los partidos, excepto el PP, para alcanzar un acuerdo de gobierno con Oltra de presidenta del Consell.

El tablero de ajedrez político que han dejado las urnas tras las elecciones autonómicas y locales es tal que, además de la presidencia del Consell y del Ayuntamiento de Valencia, un acuerdo de ambas formaciones les daría el poder en decenas de ayuntamientos de la Comunidad, entre ellos el de Alicante, y en las Diputaciones de Valencia y Alicante. Mientras, Fabra llamó por teléfono ayer a Puig y Oltra para felicitarles por los resultados obtenidos. El todavía titular del Consell se puso a disposición de los dos dirigentes para facilitarles el traspaso de gobierno, al tiempo que les deseó «acierto».

Unas llamadas que tanto Puig como Oltra agradecieron, pero recordaron que se cierra una etapa en la que ha primado el «autoritarismo y la corrupción». Según contó Oltra, Fabra en un «gesto democrático», felicitó a Compromís, le deseó acierto en la responsabilidad y puso facilidades para el traspaso de poder, ya que «es consciente» de que el gobierno será «progresista y de cambio». El 11 de junio se constituirán las nuevas Cortes.