El PP ha iniciado la cuenta atrás para el comienzo de las repercusiones políticas del caso de las comisiones en la Diputación de Valencia y en la empresa pública Imelsa. La dirección nacional ha exigido a la autonómica que antes del próximo martes el escándalo que afecta al presidente de la institución provincial, Alfonso Rus, tenga una solución. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visita ese día Valencia y el partido quiere impedir cualquier distorsión en el mensaje. Primero acudirá a una fábrica y posteriormente al edificio Veles e Vents de la Marina Real donde, con total seguridad, será inquirido por la situación. Ante este aviso, el presidente de la Generalitat y del PPCV, Alberto Fabra, está presionando a Alfonso Rus para que dimita como presidente del PP en la provincia de Valencia antes de tener que expulsarlo, algo poco probable por el cisma que se produciría en el partido. Que no concurra a la alcaldía de Xàtiva será más difícil porque la lista está proclamada y es inamovible. De hecho, será imposible que su nombre no aparezca en las papeletas o en el mailing aunque decidiera no ser candidato en los próximos días.
El primer intento de presión a Rus fue el pasado jueves tras varias semanas de revelaciones de gastos escandalosos en Imelsa y de que la investigación señale a su número tres, Máximo Caturla. Fabra citó en Valencia a Rus para convencerlo de dejar sus cargos en el partido, pero el presidente de la Diputación no acudió.
Ayer, el líder provincial continuó con su vida normal, realizando los movimientos de una jornada festiva, al menos según pudo constatar este diario. A las 9.30 horas salió de su casa en la Albereda Jaume I. Vestía pantalón vaquero y camisa blanca, al estilo de la que usan los políticos en los mítines veraniegos. Tras pasear unos 150 metros a pie, el presidente de la Diputación entró en el parking de la misma avenida para recoger su vehículo particular, concretamente el Mercedes. Según declaró, tenía la intención de estar presente en el Memorial Francisco Ballester, que se celebraba en el campo de fútbol municipal Francisco Coloma, pero finalmente no estuvo en la entrega de trofeos como todos los años, según informa Perales Iborra.
La oposición pide la dimisión
La oposición, por su parte, exigió en tromba la dimisión de Alfonso Rus. «Hay un caso PP, un partido hoy por hoy podrido y que deberá refundarse para ser alternativa de gobierno», apuntó el líder del PSPV, Ximo Puig. El candidato de EU al Consell, Ignacio Blanco, señaló que los «ladrones deben ir a la cárcel», mientras su homóloga de Compromís, Mònica Oltra, aseguró que «el PP está podrido desde arriba hasta abajo».
