El intenso debate en la penúltima jornada en las Cortes Valencianas acabó ayer como ha sido habitual durante la legislatura: con amplio disenso entre el PP y el resto de partidos de la oposición. Los populares rechazaron ir contra las controvertidas «puertas giratorias» de los políticos, mientras que aprobaron, aunque en solitario, la ley de Señas de Identidad del pueblo valenciano.

El PP se opuso ayer a tramitar en las Cortes una proposición de ley de Compromís sobre incompatibilidades de cargos públicos no electos y que buscaba «dar un portazo para cerrar puertas giratorias», al afirmar que están de acuerdo en el fondo, pero el final de la legislatura no es el momento de tramitarla. La iniciativa planteaba cuestiones como impedir que en los cinco años siguientes al cese del alto cargo pueda trabajar en puestos privados referidos a sus competencias, o la creación de un Registro valenciano por la ética en el ejercicio de cargo público, y ha sido defendida por la portavoz adjunta de Compromís Mónica Oltra. Para la diputada, existe una situación «de emergencia democrática» que requiere de unos «marcos estrictos» para evitar la «corrupción generalizada» y que se repitan casos de altos cargos que han «confundido el interés partidista» con el interés colectivo. «Hay una clara demanda social de poner fin a las famosas puertas giratorias», sostuvo Oltra, para quien es una «necesidad objetiva» el que se garantice que las personas que adoptan decisiones en el ámbito público no intenten beneficiar a familias o a sí mismos.

Por su parte, el diputado del PP César Sánchez explicó que están de acuerdo en el fondo de la propuesta y que es «positivo« que se insista en debates sobre la regeneración democrática, en la lucha contra la corrupción y en la mejora de la relación entre la clase política y las instituciones. No obstante, afirmó que «no es el momento» de tramitar la propuesta cuando quedan pocos días para que se convoquen las elecciones autonómicas, por lo que quedaría «sin efecto» el próximo lunes, y además en breve se va a aprobar la ley estatal reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración del Estado. Oltra le replicó que «no tiene sentido» que voten en contra si están de acuerdo en que se regulen estas cuestiones e insistió en la necesidad de una ley «dura» para acabar con las acusas de corrupción, porque «esto se ha desmadrado». El socialista Rafa Rubio mostró, por su lado, su apoyo a una ley «valiente» y el portavoz de Esquerra Unida Ignacio Blanco calificó de «excusa» el argumento del PP de que se está al final de la legislatura para no apoyarla, pues a su juicio lo que no quieren es «evitar esas puertas giratorias que tanto nos avergüenzan y tanto daño hacen».

Por otro lado, el pleno de las Cortes aprobó ayer con los únicos votos del PP la ley de reconocimiento, protección y promoción de las señas de identidad del pueblo valenciano, que contempla la pérdida del derecho al cobro de subvenciones públicas de quienes las menosprecien o agravien. La oposición permaneció en el hemiciclo, pero en la votación solo participaron un diputado de cada uno de estos tres grupos -para tener derecho al turno de explicación de voto, ya que no han intervenido en la fijación de posición-, por lo que la ley ha quedado aprobada con 46 votos del PP y «sólo» tres votos en contra.

El PP insistió ayer en que esta ley no se hace «contra nada y contra nadie» y «permitirá mantener vivas» las tradiciones, mientras que la oposición acusó al PP de «dividir y enfrentar» a los valencianos para sacar rendimiento electoral y auguró que antes de que acabe el año será derogada por el próximo Consell.

La ley reconoce como señas de identidad valencianas los símbolos, la lengua valenciana, el Archivo de la Corona de Aragón, las bandas de música, la pilota, la colombicultura, las fiestas tradicionales, la gastronomía o manifestaciones religiosas arraigadas, entre otras señas de identidad.