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La «casta» de Podemos

Hasta tres miembros de la ejecutiva local de Alicante consiguen incluir a sus parejas en la lista autonómica de Antonio Montiel

Covadonga Peremarch y Pablo Ángel Arroyo. Son novios y miembros destacados de la ejecutiva de Alicante. Ella es la número cinco de la candidatura oficialista para las Cortes por la provincia. INFORMACIÓN

Jesús Bustos, Geles Briz, Pau González, Yoana Soriano, Covadonga Peremarch, Pablo Ángel Arroyo, Juan Carlos Reoyo, Magdalena García, Rubén Santana y Mónica Alonso. ¿Qué tienen en común estas 10 personas? Primero, que todas forman parte del Consejo Ciudadano de Podemos en la ciudad de Alicante (salvo Soriano, que se quedó fuera por un defecto de forma en la presentación de la candidatura). O, en terminología de otros partidos, que son miembros de la dirección local. Algunos de ellos incluso ostentan puestos de relevancia, como Bustos, que es el secretario general.

El segundo punto que les une es que han conseguido algo prácticamente insólito en la historia de la democracia en Alicante. Entre ellos forman parejas sentimentales y, por ende, se puede concluir que el 36% de los miembros de la ejecutiva de Podemos (9 de 25) mantienen una ligazón entre sí. Sus relaciones no son nuevas. Algunas de ellas se fraguaron tiempo atrás (dos de esas parejas están casadas), mientras que las otras tres se forjaron a raíz de los movimientos sociales, según admiten fuentes del propio Consejo.

El parentesco entre los dirigentes de la ejecutiva local no se queda únicamente ahí. En ella también hay dos hermanas (Alejandra y Séfora Bou) y, además, una de ellas ha conseguido «colar» a su novio en la lista autonómica «oficialista». Es decir, la de Antonio Montiel. El secretario general de Podemos en la Comunidad ha decidido incluir en su candidatura a Joan Miquel Rovira (la pareja sentimental de Séfora, según confirman dos dirigentes de la formación) pese a que no ha acudido a la inmensa mayoría de los 53 círculos que ha celebrado ya el partido. «Es una persona completamente externa», sentencian desde el sector crítico.

El fichaje de personas ajenas al partido, precisamente, ha contribuido a agrietar un poco más si cabe los ya de por sí débiles cimientos de Podemos en la ciudad. La formación, tal y como ha venido informando este diario durante las últimas semanas, se encuentra fracturada entre los que apoyan al Consejo y los que censuran su modo de actuar.

Pero es que, además, el caso de Séfora Bou y su novio no es único. De acuerdo con varias fuentes, Rita Bosaho, miembro de la ejecutiva local y la dirigente que recibió más votos en las primarias locales para formar parte de la ejecutiva, también ha conseguido incluir a su pareja sentimental en la candidatura de Antonio Montiel. Carlos Moreno, también un desconocido para los inscritos que sí han acudido regularmente a las asambleas, se ha hecho un hueco en la candidatura «oficialista». «Existe un nepotismo evidente», sentencia uno de los afiliados que sí ha participado de manera activa en la creación y el impulso de Podemos en la ciudad. Desde el Consejo, sin embargo, prefieren quitar hierro a las parejas que existen en el seno de la dirección local y recuerdan que se remontan a tiempo atrás.

Pero es que aún hay más. Yoana Soriano, novia de Pau González y la dirigente que se quedó fuera de la ejecutiva por un defecto de forma en la presentación de la candidatura, también figura en la lista oficialista de Montiel. Su novio, sin embargo, se ha presentado a las primarias autonómicas, pero por libre.

Después de todo, ¿también hay casta en Podemos?

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