El proceso final para que la Ciudad de la Luz pase a manos privadas pase a manos privadas puede ser una realidad en cuestión de semanas. Durante una comisión de las Cortes, la número dos de Cultura, Julia Climent, confirmó que el complejo cinematográfico se va a vender por lotes a instancias de la Unión Europea, quizá la peor salida posible para que Alicante se mantenga en el negocio de la producción de películas. Pero también que el Ayuntamiento de Alicante ha solicitado la reserva de un edificio -el que actualmente se dedica a administración- para utilizarlo como Palacio de Congresos, en lo que supone el enésimo intento del consistorio alicantino para que la ciudad disponga de un espacio con el que atraer ese tipo de negocios. La Generalitat está únicamente a la espera de que Bruselas -juez y parte de la operación en tanto que es la institución que obliga a la devolución de 265 millones en ayudas públicas al complejo por considerarlas ilegales- ratifique el pliego de la venta, un trámite que se podría producir de «forma inminente».
A raiz de la citada multa, a la Generalitat no le ha quedado otra salida que ponerse manos a la obra para intentar quitarse de encima unas instalaciones que, de acuerdo con los presupuestos autonómicos para 2015, le cuestan a las arcas públicas, sólo en mantenimiento, unos 20.000 euros diarios y que, a día de hoy, no tienen ninguna actividad. Con ese escenario, las directrices de la venta se tienen que marcar, como explicitó la número dos de Cultura en las Cortes, no sólo de forma pactada con Europa sino también con Madrid, en tanto que la relación de Bruselas es con los Estados miembros y en ningún caso con los Ejecutivos autonómicos. En el verano de 2013, de hecho, el Consell ya remitió a Europa un primer «borrador» de ese documento
Los plazos para iniciar el trámite de la venta, al menos esa es la posición que el Consell explicitó ayer en las Cortes, podrían ser breves. Cuestión de semanas. Fuentes de la Generalitat apuntaron que el asunto podría quedar resuelto antes de que finalice la legislatura y de que se celebren en mayo las elecciones autonómicas. «Está pendiente en este momento únicamente de la aceptación definitiva y formal del pliego por parte de la Comisión Europea y todo parece indicar que, posiblemente, se cierre de manera inminente», apuntó Julia Climent a la oposición en las Cortes.
¿Cómo se realizaría la venta? El complejo se trocearía en «seis u ocho paquetes» -unos 350.000 metros cuadrados cuyo reparto está aún por definir- con dos excepciones. El edificio de administración se lo quiere quedar el Ayuntamiento de Alicante para usarlo como Palacio de Congresos. Eso enterraría cualquier opción de construir una infraestructura de nuevo cuño, un objetivo que el PP no ha logrado concretar en sus dos décadas de mandato en la ciudad. La segunda salvedad de esa venta por lotes sería la de las instalaciones del Centro de Estudios del complejo, un inmueble por el que se ha interesado la OAMI. «Nos consta que lo quieren», aseveró.
En su intervención, Julia Climent subrayó que la Generalitat «está llevando a cabo todos los pasos, consulta a consulta, porque no existe un procedimiento establecido y hay que consensuarlo con Madrid y Bruselas». Aunque la tramitación de la venta se realizará, por recomendación de la Unión Europea, vía el citado sistema de lotes, la número dos de María José Catalá en Cultura apuntó que a la hora de que el complejo pase a manos privadas habrá un criterio económico que será fundamental aunque el Consell quiere dar «preferencia las ofertas sobre la totalidad» del complejo. Interrogada por la oposición sobre las propuestas de compra recibidas hasta el momento, incidió en que «no existe una licitación abierta y, por tanto, hasta que eso no sea así no se van a recibir ofertas». E, incluso, restó importancia al proyecto, en colaboración con empresarios alicantinos, de la empresa del realizador Francis Ford Coppola para hacerse con el complejo cinematográfico alicantino.
