Protección a ultranza de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y justificación del aumento de los pagos a Enrique Ortiz por la contrata de basuras. El vicealcalde Andrés Llorens realizó ayer una encendida defensa de la primera edil, imputada en dos sumarios por el supuesto amaño de grandes proyectos urbanísticos, y de paso desafió la «línea roja» del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, al proponer a Castedo para repetir como alcaldable del PP. En una entrevista concedida a la Cadena Ser en la que Llorens, además, avala el incremento de entregas desde el Ayuntamiento de Alicante a Enrique Ortiz para la contrata de basuras, el número dos de Castedo llega a afirmar que las denuncias contra la alcaldesa no son por corrupción y que, por tanto, no ve ningún motivo para que la alcaldesa no culmine este mandato.

También imputado en el caso Magallanes por la adjudicación de las obras de una plaza meses después de que estuvieran terminadas y con su continuidad casi imposible en las listas del PP, Andrés Llorens, quizá por eso, se lanzó a elogiar la labor de la primera edil. «La veo muy bien, trabajando y pendiente de los problemas de los alicantinos», aseveró para, a continuación y a una pregunta directa, rechazar categóricamente que la alcaldesa tenga que renunciar una vez que, tras la última resolución judicial que avala la investigación del caso Rabasa, haya quemado sus últimos cartuchos para llegar «limpia» de imputaciones a la fecha en la que el PP, entre los meses de febrero y marzo, decida arrancar el proceso de selección de sus candidatos electorales. «Bajo ningún concepto debe dimitir. No hay motivos. Sólo algunas acusaciones que ya verá el juez», apuntó Llorens.

El vicealcalde de Alicante trató de quitar hierro a los sumarios en los que está imputada Castedo y llegó a asegurar, incluso, que no se trata de casos de corrupción. «¿De qué se le acusa a la alcaldesa? De un presunto amaño del plan general que luego se ha demostrado -dijo sin tener en cuenta que el juez sigue investigando- que no existe. Al final quedará en nada». Continuó con su argumentación: «Aquí no hay tarjetas opacas, ni viajes sin justificar... No hay nada que favorezca a Ortiz ni nada que impida que la alcaldesa siga». Y dejó un mensaje claro y meridiano: «Llegará a mayo y debería repetir. Es una gran alcaldesa», aseveró Llorens sobre Castedo en una declaración que, obviamente, no se ciñe a la «línea roja» ni de Fabra ni tampoco a los últimos documentos aprobados en la reciente convención provincial del PP. Pero es que, además, el propio Llorens, a pesar de sus problemas judiciales, también se postuló para un nuevo mandato. «Me gustaría seguir trabajando por los alicantinos. Depende del PP», subrayó para rebajar su imputación a una «falta administrativa». Llorens completará, al finalizar este mandato, 16 años como edil. Como Castedo, tiene casi imposible repetir en las listas del PP.

Defendiendo a la alcaldesa, atacando de facto la «línea roja» contra la corrupción de Fabra y justificando los pagos a Enrique Ortiz. Durante su intervención, de hecho, Andrés Llorens rechazó que la primera edil haya favorecido a Enrique Ortiz en los contratos y entiende que la última ampliación de los servicios, por un importe de catorce millones de euros, ya se recogía en el pliego de condiciones. El edil de Atención Urbana, incluso, fue más allá y sugirió que la propia Castedo «limitó» los contratos con Ortiz. De la anterior adjudicación a la actual, dijo Andrés Llorens, el Ayuntamiento de Alicante se ahorraría unos 20 millones de euros.