Cuando apenas quedan seis meses para las elecciones, el presidente Alberto Fabra se afana en amortiguar los posibles daños electorales por el cierre de Canal 9, que decretó hace un año esgrimiendo una supuesta falta de financiación. De cara a la cita electoral intenta que se le identifique como un firme defensor de la televisión pública valenciana y no como el presidente que clausuró sus emisiones. El jefe del Consell reiteró ayer que volverá a abrir RTVV cuando se den las condiciones económicas y contestó a los grupos de la oposición que no es una medida «electoralista». «No lo es, es rigor seriedad y coherencia, somos los únicos que la estamos ejerciendo en la Comunidad Valenciana», subrayó.

«Si cambian las circunstancias, se cumple el objetivo del déficit, se garantizan las políticas sociales y no supone un aumento de impuestos, yo también quiero una televisión valenciana para toda la Comunidad», proclamó Alberto Fabra en un acto en Castellón sobre los presupuestos autonómicos de 2015. Fabra reaciva el posible regreso de un nuevo Canal 9 con 400 empleados tras gastar 144 millones en su cierre y defender por activar y por pasiva que apagó el medio audivisual para evitar recortes en políticas de bienestar social.

No obstante, esta propuesta, de acuerdo con los requisitos expuestos por el propio Fabra, no se materializaría hasta después de las elecciones de mayo de 2015. El presidente del PP de la Comunidad subrayó que «será cuando pueda ser» , pidió a los grupos de la oposición que no digan que el «PP no quiere una televisión valenciana» y les preguntó si ahora «la prefieren o quieren quitar dinero a la sanidad, la educación o a las políticas sociales».

Además, acusó a los partidos de izquierdas -sin citarlos- de tener una doble vara de medir respecto a RTVV y resaltó que criticaron su decisión de cerrarla cuando anteriormente, en su opinión, la habían reclamado. «Aquellos que querían cerrar la televisión, que no querían que se redujera ni en tamaño ni en coste, aquellos que vivieron meses detrás de una pancarta, cuando tomamos una decisión anteponiendo que necesitamos dinero para poder pagar la sanidad, la educación y las políticas sociales, son los primeros en criticar que la televisión valenciana fuera cerrada», remarcó.

Elogios al Gobierno

Alberto Fabra esbozó una intervención optimista y se fijó el reto de conseguir la mayoría absoluta en 2015, un objetivo que las últimas encuestas ponen en entredicho. Señaló que serán las elecciones «más municipalistas de la historia» e instó a los alcaldes populares a explicar a la ciudadanía que el PP es la única formación que garantiza el crecimiento económico y las medidas de regeneración democrática, y remarcó «la honestidad y honradez del partido».

Fabra enterró el discurso reivindicativo con el Gobierno central, eludió cualquier referencia a la infrafinanciación de la Comunidad y destacó medidas de apoyo como el fondo de liquidez autonómico o el aplazamiento en los pagos de la deuda, que han permitido, dijo, 1.400 millones más de liquidez a las arcas autonómicas. El presidente lanzó este guiño a Mariano Rajoy cuando está a la espera de que Génova confirme que será el cabeza de cartel autonómico en 2015 y persiste la incertidumbre en torno a su candidatura.

Ayer se vistió de candidato, de nuevo se postuló como aspirante a la presidencia y resaltó la gestión realizada en estos tres años, en un intento de reforzar su figura de cara a 2015 y acallar las dudas que alientan algunos sectores del PP valenciano. Animó a la militancia a vender el «esfuerzo» del Consell, resaltó que los presupuestos de 2015 son «el cambio de ciclo» económico y prometió la creación de 150.000 empleos en dos años. También pidió hacer caso omiso a «los que dicen lo que quiere escuchar la sociedad», en referencia a Podemos sin mencionarlos.