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Cospedal descarta expulsar a Castedo del PP y reitera que no será candidata

La secretaria general del partido opina que «no todos los casos se pueden tratar igual»

Cospedal descarta expulsar a Castedo del PP y reitera que no será candidata

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, recibió ayer un inesperado balón de oxígeno de la calle Génova. En el ojo del huracán durante las últimas semanas por su doble imputación en presuntos casos de corrupción, la primera edil pudo respirar ayer un poco más tranquila. La secretaria general del PP -número dos de Mariano Rajoy en el partido-, María Dolores de Cospedal, descartó que la dirección nacional vaya a adoptar medidas disciplinarias contra ella y quiso diferenciar su caso del de los dirigentes detenidos en el marco de la Operación Púnica o el de los cargos del PP que hicieron uso de las tarjetas black de Caja Madrid. «Un ingreso en prisión preventiva no se puede comparar con otras cosas. No todos los casos se pueden tratar igual, es un tema de equidad mas allá de quién vaya a ser el próximo candidato a las alcaldías en Valencia», zanjó Cospedal al ser cuestionada por las acciones que emprenderá el partido contra Castedo por su doble imputación en el caso Brugal. La también presidenta de Castilla-La Mancha se postuló en estos términos durante su comparecencia ante los periodistas tras la reunión del Comité de Dirección del PP.

De sus palabras se desprende que Génova no va a forzar la máquina para expulsar del partido a la primera edil pese a su resistencia numantina en la Alcaldía. Desde que fue encausada en la pieza de Rabasa y salieron a la luz nuevas grabaciones suyas con el principal contratista del Ayuntamiento, Enrique Ortiz, la cúpula nacional del partido dio «barra libre» al presidente regional, Alberto Fabra, para que adoptase las medidas necesarias para quitar la vara de mando a la primera edil. Hasta ahora, el también jefe del Consell ha sido incapaz de llevar a buen puerto esa encomienda. Un aspecto está claro: no habrá medidas disciplinarias. O, lo que es lo mismo, no se expulsará a Castedo del partido, como sí se ha hecho con los dirigentes implicados en Púnica o en las tarjetas black. Otra cosa es, sin embargo, el relevo en la Alcaldía. Fuentes de Génova confirmaron ayer a este diario que pese a que el asunto se le trasladó a Fabra, desde Madrid también se está maniobrando para propiciar cuanto antes la sustitución. «En ello estamos», admitieron.

El pasado viernes, el PP perdió una ocasión idónea para sustanciar el relevo. UPyD elevó al pleno de Alicante una declaración institucional en la que defendía que los imputados no pudieran figurar en las listas electorales, pero Castedo votó que sí. Acató la orden que dio su partido y aceptó autoexcluirse de la candidatura popular para 2015.

Por si a alguien le quedaba alguna duda, Cospedal volvió a zanjar ayer la cuestión. Se remitió a las palabras de Fabra y recalcó que la primera edil, dada su condición de encausada, no podrá concurrir a los comicios del próximo año bajo el paraguas del PP.

José Císcar

En la Comunidad Valenciana también se analizó ayer la situación de la regidora. El presidente provincial de los populares alicantinos, José Císcar, negó que el partido esté siendo tibio con ella y también parafraseó a Fabra. «Él ha dicho que si se produjera algo más, se sería más contundente (...) Si el partido decidiera llegar más lejos, desde el PP de Alicante no nos opondríamos, sino que obviamente colaboraríamos», sentenció en los micrófonos de la Cadena SER. El también vicepresidente del Consell dejó entrever que el relevo de la munícipe se encuentra bloqueado a día de hoy y se limitó a apuntar que el PP «tiene sus estatutos y sus normas internas y seguro que hará lo que sea más conveniente». Y añadió: «Lo dije hace dos años (como portavoz del Consell), cuando muy pocos lo decían y lo estoy diciendo otra vez, yo en su lugar me iría a casa. Creo que no debe haber ninguna duda sobre el posicionamiento del presidente del PP de Alicante».

Císcar replicó así a una parte de la dirección regional del partido que entiende que él prefiere sustanciar el relevo de la alcaldesa en unos meses. En la calle Quart se ha extendido la idea de que Císcar es partidario de esperar para debilitar a Fabra, ganar así poder y abrir la puerta a presidir la Diputación de Alicante, una de las pocas instituciones de renombre que podrían conservar los populares tras la cita con las urnas. Ayer, de hecho, el vicepresidente del Consell no descartó esa opción. «En política no suelo hacer planes y el partido elegirá lo que tenga que elegir. Tenemos que vivir el presente y en el presente, la Diputación tiene una excelente presidenta», concluyó.

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