La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, optó ayer por guardar silencio tras el episodio de contradicciones con el jefe del Consell, Alberto Fabra, y el comunicado emitido por el PP en el que se desautorizaba a la primera edil. La regidora ni siquiera tuvo actividad en las redes sociales en la jornada de ayer, pese a que es el medio que viene utilizando en los últimos meses para dar cuenta de los actos a los que asiste. Desde su gabinete señalaron que ayer no tenía previsto ningún acto, más allá de asistir a la capilla ardiente del torero José María Manzanares, pero sin confirmar la hora y sin hacer declaraciones a los medios. Oficialmente, desde el equipo de gobierno, tampoco quisieron realizar ninguna valoración. S. e.