Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sigue sin ser ratificado

Fabra defiende otra vez en Madrid su candidatura a la Generalitat

«No me han ratificado ni a mí ni a nadie», zanja el popular intentando restar importancia al retraso

Fabra defiende otra vez en Madrid su candidatura a la Generalitat

La candidatura de Alberto Fabra a la Generalitat -junto a la de Ignacio González en Madrid- se ha convertido en un asunto clave en la agenda de la cúpula nacional del PP. Hasta el punto de que el jefe del Consell, durante su participación en la reunión del comité ejecutivo nacional de los populares, se tuvo que batir el cobre con las preguntas de los periodistas madrileños e, implícitamente, defender su alternativa en los comicios de 2015 con una huída hacia adelante: asegurando que Génova, por ahora, no ha ratificado ni su opción a un segundo mandato en el Consell ni tampoco la de ningún otro presidente autonómico. Muy probablemente y mas por una cuestión de descarte que de convencimiento -reflexionan fuentes del PP- sobre sus posibilidades de remontar los malos augurios de las encuestas, Fabra acabe siendo nominado para optar a un segundo mandato en la Generalitat. Pero también es cierto que el hecho de que fuera el único dirigente territorial del PP interpelado por la cuestión alimenta aún más el debate interno, abierto desde hace semanas, sobre su candidatura electoral.

Como se recordará, Fabra , al que llegó en el verano de 2011 por decisión ya ha puesto sobre el tapete en varias ocasiones su voluntad de optar a otro mandato en el Palau, al que llegó en 2011 por decisión de Mariano Rajoy y después de la dimisión de Francisco Camps por su procesamiento en el caso de los trajes de Gürtel. La cúpula nacional del PP, órgano que tiene la competencia de ratificar su nombramiento, no sólo no se ha dado, hasta ahora, por aludida sino que además ya ha advertido de que pospondrá la decisión hasta el último minuto. Un escenario letal para Fabra con unas siglas en caída libre y con la incertidumbre de un liderazgo del que, a su vez, penden el resto de listas electorales. Este decorado tan complicado y la posibilidad cierta, por vez primera en las últimas dos décadas, de que el PP pierda la Generalitat abonó el camino para que Fabra tuviera que afrontar ayer el asunto en Génova.

Y el jefe del Consell, sin cariño de la dirección nacional del PP para adelantar su nombramiento y sin peso para sacarle a Madrid un gesto que permita zanjar las dudas, se tuvo que aferrar a que el resto de barones territoriales tampoco están ratificados. «Ni yo ni nadie hemos sido confirmados aún como candidatos para encabezar las listas del partido en las elecciones autonómicas», lanzó Fabra a una pregunta directa sobre su elección pendiente como aspirante a la Generalitat. No se trata de una respuesta sin intención. Con esa defensa de su candidatura, Alberto Fabra intentaba ofrecer la imagen de que su designación es cuestión de tiempo y de que se inicie el nombramiento del resto de aspirantes.

«Ni a mí ni a nadie. A nadie todavía», subrayó dejando claro que la decisión sobre su futuro, cuestionada en círculos madrileños, se abordará junto con el resto de aspirantes para finales de enero o principios de febrero, de acuerdo con las previsiones que manejan las direcciones territoriales. El drama para Fabra es que, en estos momentos, trabaja como los trapecistas sin red. Y, una vez más, no se produjo respuesta de Génova.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats