Hasta en una decena de ocasiones la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, se negó a responder a las preguntas de los periodistas en el que fue su segundo acto público tras conocerse su nueva imputación en la investigación por presuntas irregularidades en la tramitación del Plan Rabasa. Castedo, que acudió ayer a un acto a las piscinas del Tossal sin avisar previamente a los medios de su asistencia, respondió hasta en siete ocasiones con un «no voy a hacer comentarios» cuando se le preguntó por su imputación, por su posible dimisión o por las declaraciones de la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, defendiendo que «una imputación no significa una condena».

Castedo tampoco quiso pronunciarse sobre las posibles protestas en torno al próximo pleno municipal, que se celebrará el día 30. Ante la insistencia de los periodistas sobre su negativa a responder, la regidora salió de su línea del «no hago comentarios» para apuntillar: «Si queréis hablo del acto de hoy que, creo, es muy importante y son las cosas que aportan y mucho a la ciudad. Sobre lo demás no voy a hablar».

Y así lo hizo. Interpelada sobre si consideraba necesario aclarar su situación por la imagen que ofrece Alicante, la regidora insistió: «No voy a hacer ningún comentario de esos temas. No me aportan nada, ni a mí ni a los alicantinos». Sobre su estado anímico, apuntó que es «el que he tenido siempre».

De esta forma, la alcaldesa rechazó en reiteradas ocasiones dar explicación alguna sobre su situación actual y su futuro político. Castedo asistió al acto sin que su nombre apareciera en la convocatoria pública remitida un día antes por el gabinete de prensa del Ayuntamiento. Y es que desde que se conociera su nueva imputación e incluso antes, al menos desde que hace dos semanas el presidente del Consell, Alberto Fabra, asegurara que no será candidata si sigue imputada, el nombre de Castedo no figura en las convocatorias o no se reflejan en ella los actos a los que acude.

Ayer, en las piscinas del monte Tossal también estaba el concejal de Esquerra Unida Daniel Simón, quien lamentó que «Castedo quisiera dar una imagen de normalidad democrática en un momento en que la ciudad no se da esta circunstancia». Por ello, cuenta que en el momento de la intervención de la regidora, tanto él como otros miembros de EU escenificaron su rechazo «dando la espalda a Castedo». «Nos sentíamos obligados a conciliar nuestro respeto al acto que reconoce la figura de José Antonio Chicoy y el rechazo de gran parte de la ciudad a la situación en la que la alcaldesa ha sumido a Alicante», esgrimió el edil.