El secretario general del PSPV-PSOE en Alicante, Gabriel Echávarri, difundió el sábado entre sus contactos de WhatsApp una supuesta conversación que, según él, constaba en el informe policial sobre el «Plan Rabasa» y que trataba de demostrar la implicación del director de INFORMACIÓN, Juan R. Gil, en la trama investigada.

En la conversación, entre el constructor Enrique Ortiz y Sonia Castedo, tal como la distribuyó Echávarri, el director de INFORMACIÓN parecía mantener negocios con la alcaldesa de Alicante.

El domingo por la mañana, Echávarri envió un correo al director de INFORMACIÓN, que encabezaba con un «Estimado Juan Ramón», en el que le pedía la publicación urgente de un artículo elaborado por él, pero en absoluto le mencionaba lo que había remitido a sus contactos por WhatsApp.

En realidad, la conversación enviada por Echávarri estaba manipulada. Se cortaban partes importantes de la misma para que pareciera que el director de INFORMACIÓN estaba implicado en negocios con Ortiz o Castedo, cuando en realidad la grabación original de la Policía, tal como consta en el sumario y sin manipulación alguna, deja claro que de lo que Ortiz y Castedo están hablando es de qué porcentaje de publicidad le va a corresponder a cada medio de comunicación de la ciudad con motivo del ascenso ese año del Hércules a Primera División.

Pese a esa manipulación, Echávarri se permitía añadir a la supuesta grabación comentarios peyorativos acerca del director de INFORMACIÓN y del propio medio.

A última hora de la mañana, consciente ya de que INFORMACIÓN conocía lo que se estaba difundiendo e iba a denunciar la manipulación en su edición de hoy, Echávarri llamó al director del periódico para pedirle disculpas, alegando que le habían «colado un gol» y comprometiéndose a aclarar las cosas en las redes sociales de inmediato.

Efectivamente, segundos después Echávarri envió a su red de contactos otro mensaje que decía así: «El wasap de Juan Ramón que te reboté es parte de una conversación más extensa y de su lectura completa no se colige que haya sociedad ilícita alguna entre Castedo y Gil. Me la colaron ayer a mí».