El pleno de la Diputación de Alicante celebrado ayer aprobó por unanimidad el Plan Estratégico de Subvenciones 2014-2016 (PES), un programa que repartirá aproximadamente 135 millones entre todos los ayuntamientos de la provincia de Alicante a lo largo de sus tres años de vigencia, aunque un 46% (casi 62 millones de euros) del total de las ayudas se distribuirán a lo largo del presente 2014, año previo a las elecciones municipales y autonómicas. Más del 70% de las ayudas se consumiran en los planes relativos a obras, infraestructuras, equipamientos urbanos y servicios de competencia municipal. Además de las formas y pautas de reparto de todas las cantidades, el plan lleva consigo a cabo unas medidas de control de las propias ayudas con el objetivo de «perfeccionar» el reparto de las «futuras subvenciones».

Luisa Pastor, presidenta de la Diputación de Alicante, describió el documento durante la sesión como un «instrumento para mejorar la eficacia de los recursos (...) fundamental para poder abastecer a todos nuestros ciudadanos» y que su objetivo es «contribuir al desarrollo económico sostenible» de la provincia de Alicante. El debate sobre el mismo no fue más allá de la intervención de David Cerdán, portavoz del PSPV, que manifestó la conformidad de su partido pero señalando la «falta de ambición» ya que los «objetivos aparecen difuminados y no claros» ante lo cual César Augusto Asencio, vicepresidente de la Diputación por el PP, apuntó que «no es el momento» de hablar de ello ya que «el plan solo marca como actuar» y conforme evolucione el mismo «se irán concretando los objetivos específicos».