Acuciado por un retroceso electoral que le pone contra las cuerdas de cara a los comicios municipales y autonómicos de 2015, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha decidido imprimir un giro de 180 grados a la política de comunicación de su gobierno con el relevo de José Císcar como portavoz del Consell, tal y como avanzó este periódico. El líder regional del PP atendería un deseo del propio Císcar -seguiría como vicepresidente y conseller de Presidencia, Agricultura y Agua- para liberarse de parte del trabajo y concentrar esos esfuerzos en la cúpula provincial popular. El relevo, en todo caso, se produce justo después de que el PP perdiera 23 puntos en las elecciones europeas y retornara a niveles de apoyo en las urnas de hace tres décadas. Así que, como verbalizaron dirigentes del PP, la imagen que finalmente se traslada, a la espera de más movimientos que podrían afectar a Serafín Castellano, es que Císcar es uno de los que acaba pagando los platos rotos del desastre en la última cita con las urnas.

Fue el propio Fabra el que sugirió antes de iniciarse la convocatoria de la dirección regional del PP, reunida durante más de dos horas para analizar el batacazo del 25-M, que el Consell tomaría mañana una decisión sobre el vicepresidente. «Hace ya un tiempo hablamos -apuntó el titular de la Generalitat- de la necesidad de dedicar más tiempo a la dirección del PP. Y esta mañana hemos mantenido otro encuentro para ahondar en el tema». Fabra, resignado a entonar el «mea culpa» y a admitir que los resultados electorales fueron «más bajos de lo esperado», consideró que el PP debe reactivarse de cara a los comicios de 2015 para recuperar la confianza de los ciudadanos y «la situación de Císcar -reflexionó- va a ser una de las cuestiones que se va a plantear».

El acuerdo incluye que José Císcar continúe como vicepresidente y respetar así el rango a la provincia en el Consell. Pero dejará la portavocía para concentrarse en la cúpula de Alicante que dejó de ser la circunscripción locomotora del voto popular en la Comunidad. Fuentes próximas a Císcar revelaron que la petición de relevo se produjo en Navidad pero que se ha ido aplazando en los últimos meses en medio de la crisis política e insitucional del Consell. ¿Cómo piensa articular Fabra ese golpe de timón a la comunicación de su gobierno? A Lola Johnson, dimitida tras ser imputada por la gestión de Canal 9, se le va a reservar la plaza hasta su declaración en julio. Por ahora, el puesto lo asumirá su segunda Maite Fernández. ¿Y la salida de Císcar? Anoche todos los focos señalaban a la consellera de Educación, María José Catalá, como la nueva portavoz del Ejecutivo autonómico. Es la que cuenta con casi todas las papeletas. Cargos populares, incluso, dan por hecho ese nombramiento. Al término de la ejecutiva, de hecho, Císcar y Catalá se quedaron charlando en privado. La otra opción sobre la mesa, la de Isabel Boing, parece más remota.