En medio de una inmensa bronca política y de una creciente espiral de tensión, el PP se ha dado un nuevo plazo para intentar buscar una salida pactada a Milagrosa Martínez, alcaldesa de Novelda, diputada en las Cortes y a pocos días de enfrentarse en el banquillo a una acusación con penas de cárcel e inhabilitación en la primera pieza de Gürtel que llega a juicio, la que investiga el supuesto amaño de las adjudicaciones de la conselleria de Turismo a la trama corrupta. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, volvió a insistir de nuevo, durante una visita a Castellón, en su posición. «Personalmente, le deseo lo mejor. Pero el escaño y estar a su vez sentado en el banquillo, es incompatible», apuntó Fabra. La nueva «línea roja» del jefe del Consell se mantiene pero se concede un mayor margen de tiempo para tratar de buscar una salida pactada, como el propio síndic parlamentario, Jorge Bellver, confirmó al finalizar la Junta de Portavoces.

Contra lo que la cúpula del PP y Presidencia venían sugiriendo en la línea de resolver la salida de Milagrosa Martínez antes de que hoy se reanude la actividad en el hemiciclo de las Cortes, el portavoz popular deslizó que el asunto no se tocará durante la reunión que el grupo mantendrá hoy antes de arrancar la sesión. «No hay novedad», subrayó cuando fue preguntado por la alcaldesa de Novelda y por Luis Diaz Alperi, al que el juez también ha sentado en el banquillo por tres delitos fiscales y uno de cohecho. Más allá de eso, siguió a rajatabla la tesis de de Fabra y dejó claro que «La Perla» tendrá que abandonar el escaño aunque también apuntó que hay tiempo hasta el 31 de marzo, fecha en la que el TSJ ha fijado el inicio de la vista. Ahora no se habla de procesados sino de ocupar bancada en las Cortes y banquillo judicial. Otro nuevo requiebro de la «línea roja» que traslada imagen de debilidad de Fabra.

A diferencia de Angélica Such que no aguantó la presión ni unas horas y de la decisión del PP de esperar a que se resuelvan los últimos recursos para reclamar el acta a Luis Díaz Alperi, Milagrosa Martínez continúa enrocada. Arrastra graves problemas económicos por la minuta de los abogados y una fianza cercana a los 600.000 euros. No quiere dejar la Alcaldía ni tampoco el escaño. Lleva días buscando apoyos para tratar de resistir. En principio, la intención de la que fuera presidenta de las Cortes y segunda autoridad de la Comunidad es la de acudir hoy al pleno. Guarda, además y como apuntan fuentes de su entorno, toda una batería de argumentos para exponer ante sus compañeros del grupo en las Cortes: críticas a los constantes cambios en la «línea roja» de Fabra y la doble vara de medir que salva a dirigentes como la diputada provincial Mónica Lorente -ya procesada por una contrata de su etapa como alcaldesa- o el presidente del Puerto, Joaquín Ripoll. Hay diputados del PP que, además, están dispuestos a hacerse eco de las tesis de Milagrosa Martínez. Por ahora, sin embargo, Fabra intenta evitar una nueva bronca interna en el grupo popular y alarga la decisión para buscar una salida.

En principio, la tesis con la que trabaja la cúpula del PP es que «La Perla» pase al grupo de no adscritos junto a Rafael Blasco pero que, sin embargo y a modo de salida, se mantenga al frente de la alcaldía en Novelda. Un complejo equilibrio para conservar el gobierno de la localidad. Hay cargos populares que, por contra, consideran que la cúpula está actuando sin base legal para provocar la salida de los procesados del escaño . «Ni el reglamento de las Cortes ni tampoco los Estatutos del PP de los que, por cierto, el propio Alberto Fabra fue ponente en el último congreso celebrado en Sevilla, reconocen esa decisión», apuntó un conocido dirigente de los populares.

Desde la dirección del PP, sin embargo, replican que la normativa interna permite suspender cautelarmente a los diputados y en esa figura enmarcarían la expulsión de Milagrosa Martínez en las Cortes y su continuidad en la Alcaldía. Ahora, sin embargo, Fabra alarga el problema. El peor escenario, apuntan fuentes del PP, para ofrecer imagen de normalidad y autoridad. Y, en medio de este espectáculo, el número tres del organigrama regional popular y alcalde de Calp, César Sánchez, -hombre del círculo de confianza de José Císcar- ha convocado esta noche a los diputados de Alicante para compartir cena. Quiere que se hable de las elecciones europeas pero la comidilla, desde luego, será la grave crisis interna que arrastra el PP.