El titular del Consell, Alberto Fabra, se reunió ayer con el Comité de Dirección del PP y con la cúpula del grupo popular en las Cortes con el fin de explicar el nuevo rumbo que se ha tomado, esta última semana, para elevar la presión contra los casos de corrupción que acumula el partido. Sin embargo, el jefe de la Generalitat evitó hablar del reciente procesamiento del exalcalde de Alicante Luís Díaz Alperi que, según su nueva línea roja, debería abandonar su asiento en el hemiciclo autonómico.
La presión ejercida por Fabra durante los últimos días llevó a la diputada procesada Angélica Such a abandonar su escaño en las Cortes el pasado jueves. Una decisión que la alcaldesa de Novelda y también parlamentaria se resiste a tomar pese a estar en idéntica situación que la anterior. De hecho, ambas están a la espera de sentarse en el banquillo por la rama valenciana de la trama Gürtel. Fuentes del PP apuntaron que Fabra quiere que el tema de Milagrosa quede resuelto antes del miércoles. Probablemente ese día el grupo popular, en su reunión semanal, vote la expulsión de «La Perla». Además, se insistió en la idea de que los procesados se tienen que marchar. Con todo, el asunto de Alperi no salió a relucir durante el encuentro pese a que el resto de grupos de la oposición sí se hicieron eco de la noticia.
Fabra reivindicó la importancia de que los políticos sean ejemplares. «Tenemos que ir más allá de lo que hemos ido hasta ahora», pusieron en su boca varios asistentes al encuentro. Asimismo, el titular de la Generalitat aprovechó para desgranar ante el Comité su propuesta de reforma electoral. La reunión fue un intento de que todos los notables del partido se sumen al proyecto de reforma trazado esta semana.
