El exalcalde de Alicante y diputado autonómico Luis Díaz Alperi ya rebasa la nueva «línea roja» marcada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para intentar limpiar la bancada del PP en las Cortes de imputados por corrupción. Fabra ya ha puesto la directa a la vista de que necesita un golpe de timón para llegar con opciones de éxito a las elecciones autonómicas de 2015. Ahora el jefe del Consell ha marcado una nueva trinchera con los diputados. Hasta ahora, como ocurrió en el caso de Pedro Hernández Mateo, el jefe del Consell había optado por esperar a la sentencia para intentar controlar los tiempos y evitar que el polvorín del PP estallara. Que los jueces le acabaran haciendo el trabajo sin mancharse las manos. Ahora, sin embargo, la cosa ha cambiado. Tal como verbalizó el jueves, Fabra quiere «sacar» del grupo de las Cortes Valencianas a los imputados que pasen a la situación de procesado aunque todavía no tengan fecha para la celebración de la vista. Es decir, no quiere esperar: cuando concluya la instrucción, el jefe del Consell quiere que abandonen el escaño.

En esta tesitura, Alperi está al borde del precipicio. El magistrado ya ha abierto juicio contra los cuatro acusados, entre ellos el propio exalcalde de Alicante, por lo que el ahora diputado autonómico se enfrenta, con las nuevas directrices de Fabra en la mano, a una reclamación de su acta de diputado o a la expulsión del grupo parlamentario, en el que, por otra parte, mantiene desde hace tiempo y a raíz de su enfermedad, una actividad muy reducida. En la sala de mandos popular se maneja la fecha de finales del mes de octubre como la más probable para la celebración del juicio contra Díaz Alperi, una vez que finalice la vista contra las exconselleras de Turismo Angélica Such y Milagrosa Martínez por el supuesto amaño en la adjudicación de los contratos de Fitur a la trama Gürtel. Así las cosas, la situación de Alperi se complica por momentos. No sólo a nivel judicial sino, sobre todo, en el plano político. El PP le reclamará el escaño y el veterano dirigente tendrá que tomar una decisión.