¿Es usted víctima de la confusión entre lo serio y lo aburrido y por eso algunos lo acusan de demagogo y populista?

Digo cosas duras que molestan pero le doy un toque irónico y un poco divertido. ¿Ser populista es que la gente te salude por la calle? No me pueden llamar ladrón ni vago, porque me levanto a las siete menos cuarto los 365 días del año. Antes de la política me dediqué a demostrarme a mí mismo que valía. He estado 12 años dirigiendo un banco, he ganado pasta en la bolsa y he sido profesor universitario. Tengo prevención hacia los que no se han dedicado a nada más que a la política. Me parecen un peligro público. Decir que 20 tíos en España tienen más que 9,5 millones no es demagogia, es un escándalo.

¿«La jungla de los listos» podría haberse centrado exclusivamente en la Comunidad Valenciana?

En todos los sitios cuecen habas, hay jungla y hay listos.

¿Si fuera valenciano sentiría vergüenza del historial «delictivo» de algunos gobernantes?

Si yo hubiese sido presidente de Valencia, aquí comería naranjas todo el mundo y paella. Se han cometido muchos excesos y la imagen en España es de que aquí hay bastante trincón. ¡ Y venga Fórmula 1 y Calatrava! Con tanta obra siempre se queda algo entre las uñas. Es terrorífico que la gente vea normal que el político haga cosas y se quede con una parte. Lo primero que hay que pedir a un político es que sea honrado; luego, que no sea tonto. Un tonto honrado es un peligro.

Fabra está buscando al «topo» en Presidencia. ¿Como hombre de campo, que le recomendaría para cazarlo?

De mí se sabe todo y quiero que lo sepan todo. Estaría encantando de que también hubiera topos en mi casa. El que no tiene nada que ocultar no ha de tener miedo a los topos y el que tiene miedo a los topos es que, desde luego, tiene algo que ocultar.

Visto desde fuera, ¿cree que un tripartito de izquierdas sería la solución para la Comunidad?

Los cócteles explosivos son malos. Yo hice un pacto con PP y fue de maravilla, igual que con el PSOE. Pero cuando se acaban coaligando uno que no quiere ser España, otro que se siente español y otro mediopensionista puede salir el guirigall.