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Más de cuatro meses al año de vacaciones en las Cortes

El PP mantiene cerrado el hemiciclo valenciano desde el 20 de diciembre y alarga el descanso de Navidad, al menos, durante otras tres semanas. Únicamente los parlamentos autonómicos de Castilla-La Mancha y La Rioja registran aún menor actividad

Una imagen del último pleno de las Cortes celebrado en diciembre con el hemiciclo semivacío. germán caballero

Ocupar un sillón en las Cortes se ha convertido en un lujo que concede, en los tiempos que corren, un buen sueldo -por encima de los 3.000 euros, cantidad que se incrementa en el caso de los síndics y los miembros de la Mesa- y más de cuatro meses de vacaciones al año, como ocurrió durante 2013. Lastrado por la crisis económica e institucional de la Generalitat, el PP ha optado por «desactivar» el hemiciclo autonómico, convertido en los últimos meses en escenario de duros debates y casi en el único altavoz de la oposición para continuar minando al gabinete de Alberto Fabra de cara a las elecciones autonómicas de 2015. Con el hemiciclo del Palau dels Borja cerrado a cal y canto desde el 20 de diciembre, la Junta de Síndics se citó ayer para abordar todos los asuntos pendientes pero el PP evitó presentar un calendario. «Se está redactando», dijeron. Así que, como pronto, los diputados no volverán a ocupar sus escaños hasta el 12 de febrero o, en su defecto, una semana más tarde. Para entonces, las vacaciones de Navidad habrán durado, al menos, 55 días. Un «relax» al alcance de muy pocos en tiempos de crisis y recortes.

La mayoría con la que cuenta el grupo parlamentario popular vetó en la convocatoria de la Junta de Portavoces todos los intentos de la oposición -necesitada de visualizarse como alternativa y de evidenciar el deterioro del PP- para reactivar la actividad en el hemiciclo. Rechazaron, de hecho, las peticiones del PSPV y de Compromís, respaldadas por EU, para convocar la Diputación Permanente -una suerte de retén parlamentario para asuntos urgentes- con debates sobre el copago a los discapacitados o el informe anual de la Síndicatura de Comptes. Pero también la solicitud de la formación que lidera el tándem Enric Morera-Mónica Oltra para «habilitar» la última semana de enero. Los populares, a través de un comunicado de su síndic Jorge Bellver, alegan que sus diputados sí están trabajando con rutas por todos los municipios de la Comunidad y que eso les ha permitido elaborar un paquete con 21 iniciativas parlamentarias.

Lo cierto, sin embargo, es que el PP lleva camino de imponer un calendario que, al cierre de 2013, se saldó con un total de 132 días de vacaciones, más de cuatro meses de asueto. Sus señorías descansaron entre el 1 de enero y el 13 de febrero; a continuación pararon 18 días para Semana Santa; dos meses de vacaciones en verano entre el 25 de julio y el 24 de septiembre; y los últimos diez días de diciembre, justo después de que se aprobara el presupuesto del Consell para 2014. Los populares acusan a la oposición de haber sido cómplices de este sistema de trabajo en las Cortes.

La intención del PP, como ya adelantó este periódico, es convocar comisiones parlamentarias -al fin y al cabo un «amistoso» sin el impacto de los plenos- durante la primera semana de febrero. Es probable que el día 4 se vuelva a reunir la Junta de Portavoces para tomar una decisión definitiva sobre el primer pleno del periodo de sesiones que, en teoría, debería incluir la comparecencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para debatir con los síndics de la oposición. «Tienen poco interés», denunció el socialista Antonio Torres. El síndic de Compromís, Enric Morera, por su parte, lamentó que las Cortes estén paradas mientras el resto de parlamentos autonómicos están ya en marcha. Sólo Castilla-La Mancha y la Rioja, efectivamente, tienen menos actividad a día de hoy. «No han querido hablar ni siquiera del calendario parlamentario», concluyó Lluís Torró, diputado de EU.

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