Extremadura sí y la Comunidad Valenciana no. El presidente extremeño, el popular José Antonio Monago, se reunió ayer en Madrid con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y abordó el pago de la deuda histórica que el Gobierno central arrastra con su autonomía. «Treinta años después de que la deuda histórica estuviera reconocida en nuestro Estatuto de Autonomía, el presidente Monago está a punto de hacerla una realidad», deslizó ayer la portavoz del PP extremeño, Francisca Rosa. Esa deuda está cuantificada en cerca de 430 millones de euros.

Esa combatividad del titular del Gobierno extremeño contrasta con la pasividad del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Pese a que los tres partidos de la oposición -PSPV, Compromís y EUPV- han hecho frente común y han reivindicando al también presidente del PPCV que exija a Rajoy la deuda histórica, el jefe del Consell ha declinado esa opción. Al menos por ahora. Ha apelado a la «lealtad» e incluso ha trasladado que dada la situación económica actual, en estos momentos no toca. Monago, sin embargo, le dejó ayer en evidencia.

Se desplazó a Madrid para reclamar 430 millones, mientras que Fabra no sólo no pide el dinero de menos que ha ingresado la Comunidad en los últimos años, sino que la infrafinanciación que sufre es todavía mayor. Según el informe de los expertos nombrados por las Cortes, la deuda histórica alcanza los 13.485 millones. 31 veces más que la de Extremadura. «Fabra ha vuelto a quedar en evidencia», resumió ayer el líder del PSPV, Ximo Puig.