El celo de la Generalitat para evitar nuevas filtraciones alcanza tal extremo que se ha dado orden, incluso, de no dejar papeles en las impresoras. «Cuando se imprima documentación, esta deberá permanecer el menor tiempo posible en las bandejas de salida», explicita el documento publicado ayer en el Diario Oficial de la Comunitat. Hay muchísimas más exigencias. El Consell, además, recuerda a los trabajadores que cuando acudan a la fotocopiadora, no olviden recoger el documento original después de realizar el proceso de copia.
¿Qué ocurre con los teléfonos móviles particulares de los empleados que tengan enlazado el correo corporativo? También se han adoptar medidas al respecto. En concreto, el Ejecutivo de Fabra obliga a los funcionarios a configurar el dispositivo móvil para que pasado un tiempo de inactividad, el teléfono quede en modo de suspensión y se active el bloqueo de pantalla.
Los ordenadores portátiles tampoco escapan a las medidas de control. Desde hoy, no está permitido alterar su configuración hardware ni conectar otros dispositivos del usuario; no se podrán instalar programas en ellos; no se podrá almacenar información sensible o confidencial en ellos; siempre estarán bajo custodia del usuario; y no se podrán ceder a terceras personas. Además, no podrán conectarse a redes ajenas y la búsqueda de redes inalámbricas deberá estar desactivada.
Por último, los trabajadores públicos no deberán utilizar el correo electrónico corporativo para enviar mensajes con información sensible. «Este envío únicamente podrá realizarse si se adoptan los mecanismos necesarios», como el cifrado o la firma electrónica. Desde la conselleria se remitieron a una nota de prensa que viene a resumir la orden.
