No hay fecha aún para que se inicie la negociación del cambio en el modelo de financiación autonómica. El Gobierno de Rajoy y, especialmente, el ministro Montoro se han negado hasta ahora a abrir un melón que acabaría abriendo otro frente de disputas territoriales dentro de las propias filas del PP. Mientras, sin embargo, la situación de la Generalitat Valenciana es desesperada. Sin una mejora de la financiación -el expolio al Consell llega a los mil millones anuales- y con las arcas autonómicas vacías, el ejercicio de 2014, lejos de encarar la recuperación, puede convertirse en una nueva pesadilla para Fabra. P. r. f.