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Los dos grandes grupos del PP negocian un pacto para esquivar otra batalla en la ciudad de Alicante

La cúpula provincial media para cerrar un acuerdo entre Castedo y el sector nucleado alrededor de Macarena Montesinos que permita elegir a las cinco ejecutivas de distrito sin acudir a las urnas El edil Luis Barcala se perfila para presidir la agrupación del Centro, clave para los populares

Imagen de archivo de la reunión en la que se aprobó iniciar el proceso. En el centro, el edil Barcala.

Cuando restan pocas horas para que se cierren los plazos marcados de presentación de candidaturas en las cinco ejecutivas en las que se dividirá la organización del PP en la ciudad de Alicante, los dos principales grupos negocian para sortear la pugna interna. La cúpula provincial medió ayer entre la alcaldesa Sonia Castedo y los militantes nucleados alrededor de la diputada Macarena Montesinos para, primero, cerrar un acuerdo y, segundo, conseguir que el proceso se concrete a través de un consenso y sin acudir a las urnas. Fuentes del PP se mostraron anoche optimistas ante la posibilidad de llegar a una entente. Las negociaciones estaban avanzadas. Ya se había bajado al detalle, incluso, de un posible reparto de puestos en las diferentes ejecutivas. De cerrarse, la disputa quedaría aparcada hasta la elaboración de la lista municipal.

Como se recordará, a su llegada a la ejecutiva provincial del PP, José Císcar decidió intentar dar un vuelco al organigrama del partido en la ciudad de Alicante, hasta ese momento, nada operativo. Basta decir que la última ejecutiva elegida, con Julio de España de presidente y Macarena Montesinos de secretaria general, lleva años sin actividad. La alternativa fue dividir la ciudad en cinco distritos con otras tantas ejecutivas y con un comité de coordinación en el que se dará cabida a Castedo. Hoy mismo acaba el proceso de presentación de candidaturas y el objetivo del PP pasa por evitar una imagen de división.

En las últimas semanas, la cúpula de José Císcar, con su número dos José Juan Zaplana como negociador, ha tratado por todos los medios de hacer pedagogía sobre el proceso. Con las encuestas a la baja para el PP en toda la Comunidad y con la alcaldesa Castedo imputada por tres graves delitos en la operación Brugal, todos los grupos debían de intentar llegar a algún tipo de acuerdo que evitara convertir el proceso de elección de las cinco ejecutivas -a las que se pretende orientar hacia el trabajo directo con los ciudadanos como prioridad- en una disputa interna que debilitara aún más a la organización. Con un acuerdo entre los dos grandes grupos del PP de Alicante, se podrían esquivar esas votaciones o, en su defecto, ahogar por completo cualquier aspiración de otros sectores con mucho menor peso que están reclamando que la elección se resuelva en las urnas.

De acuerdo a la marcha de las conversaciones y aunque pendiente de concretarse, todo apuntaba a que los concejales o personas próximas a Castedo -con el aval del propio Císcar- ocuparían casi todas las presidencias -al cierre de la edición se hablaba de ceder, a lo sumo, una- dejando hueco en las secretarías generales para el sector de Montesinos. ¿Nombres? El edil Luis Barcala, por encima de todo afín a José Císcar y el hombre que controla el «aparato» jurídico de la cúpula provincial del PP, se perfila como presidente de la ejecutiva del distrito 1, la que aglutina a los barrios del Centro de Alicante, una zona clave para los populares en la que llegan a triplicar en votos al PSPV. El exdiputado Ginés Lifante, marido de la consellera Asunción Sánchez Zaplana, también tiene bastantes posibilidades de hacerse con la presidencia del distrito número 3, que incluye barrios como San Blas o Benalúa. Concejales como Juan Seva, Marta García-Romeu o Mari Ángeles Goitia también podrían aspirar a ocupar puestos en otros distritos aunque todo está en función de los últimos contactos de hoy.

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