José Císcar se siente cómodo en el cara a cara. El vicepresidente del Consell, acostumbrado viernes tras viernes a capear las estocadas de los periodistas durante sus comparecencias después del pleno del Ejecutivo, no esquiva ninguna pregunta. Responde con amplitud, dice entender el desencanto ciudadano con su partido y admite que ser político al más alto nivel no está bien pagado en la Comunidad. Sólo se le tuerce el gesto cuando se le inquiere por su relación con Alberto Fabra. Ahí sus respuestas sí son más cortas.

Fabra acudía al debate de política general lastrado por el rechazo de su partido a la reforma del Estatuto para blindar inversiones en la Comunidad. ¿Cree que con prometer rebajas de impuestos y libertad de horarios salvó el envite?

El presidente hizo un discurso que fue realista. Hizo propuestas muy concretas y plenamente realizables. Anunció una rebaja de impuestos muy importante. Con los nuevos anuncios, son hasta 26 las deducciones fiscales que tienen ya los ciudadanos de la Comunidad. En cuanto a la libertad de horarios comerciales, el anuncio del presidente fue el de dejar en manos de los ayuntamientos las decisiones para cada municipio en concreto.

¿No cree que esta medida puede ir en contra de las pymes y beneficia a las grandes superficies?

No, en absoluto. El Gobierno valenciano no realiza ningún tipo de imposición. Lo que quiere con esta medida es que sean quienes mejor conocen la realidad de sus pueblos y ciudades quienes tomen las medidas más adecuadas.

Otro de los puntos álgidos de esta semana ha sido la falta de acuerdo con la oposición para exigir en Madrid un nuevo modelo de financiación. Hasta los empresarios parecen no estar muy conformes con el discurso del PP. ¿Coincide con ellos en que hace falta una posición más firme en Madrid?

Los empresarios piden con razón que haya un consenso de todos los grupos políticos y de la sociedad en esta materia que es tan importante para el futuro de la Comunidad. El grupo parlamentario popular intentó por todos los medios un consenso. Si no ha sido posible es porque las peticiones que está realizando la oposición son de imposible cumplimiento, puesto que quiere que el Estado pague la deuda histórica a partir del 1 de enero de 2014. Siendo realistas, todos sabemos que eso es imposible. No renunciamos a la deuda histórica. Lo que pedimos es que se habiliten por parte del Estado mecanismos para su liquidación. Pero no podemos exigirle el pago en enero de 2014 cuando sabemos que la situación de sus arcas no está en condiciones de abordar esos pagos.

¿Parte de esa deuda histórica se puede compensar con los préstamos que habrá que devolver durante los próximos años por el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y los planes de pago a proveedores?

El Consell no descarta ningún mecanismo de compensación. Por supuesto, tampoco una reducción en los intereses de los préstamos que tenemos concertados con los préstamos a través del FLA.

La situación financiera tan delicada del Consell, ¿tiene alguna salida que no sea el recorte de prestaciones, el despido de funcionarios y la pérdida de servicios en el Estado del Bienestar?

El discurso del presidente en el debate de política general marcó un punto de inflexión en ese sentido. Es cierto que en los dos años que llevamos de legislatura se han realizado medidas de ajuste que han implicado sacrificios muy duros para los ciudadanos. Pero ahora se va a dar paso a otro tipo de medidas que son de reactivación económica. Ello no es óbice para que la administración sea más eficiente. Ahí queda mucho recorrido.

El Consell se encuentra en plena elaboración de sus presupuestos para 2014. ¿Dónde meterán la tijera?

Se está trabajando en ellos. Aún no podemos avanzar demasiado, pero sí quiero poner el acento en un aspecto. El año que viene tenemos que cumplir un déficit del 1%. Eso obliga a tener unos presupuestos muy austeros, pero con medidas de reactivación. Por ejemplo, el presidente anunció una inversión de 500 millones en infraestructuras de sanidad, educación, justicia y materia hídrica.

¿Pero qué partidas se van a recortar para alcanzar ese déficit?

Básicamente, medidas de eficiencia en la administración. Lógicamente, el presupuesto de todas las consellerias va a seguir reduciéndose, excepto aquellas que son más importantes para los ciudadanos, como Sanidad, Educación y Bienestar Social.

¿Cómo ha llegado la Comunidad a ser la autonomía de España más endeudada en relación a su PIB?

Históricamente ha estado infrafinanciada. Nosotros perdemos alrededor de 1.050 millones al año por no tener una financiación en la media per cápita de España. Por eso es tan importante solucionar de una vez ese problema. Aunque el Estado ha anunciado que el modelo se va a revisar en 2015, vamos a pedir que sea con efecto retroactivo al 1 de enero de 2014.

Si Montoro da calabazas al Consell en la reclamación de la retroactividad y Rajoy dice que está dispuesto a hablar de todo con Artur Mas, ¿tenemos derecho a sentirnos marginados?

Tenemos el compromiso del Gobierno de que no dará un tratamiento preferencial a ninguna comunidad autónoma en materia de financiación.

¿A qué achaca que la Comunidad haya estado infrafinanciada durante tanto tiempo? ¿Por qué nunca se han sabido defender nuestros intereses en Madrid?

Resulta difícil explicar esto. Hemos estado mal financiados con todos los modelos de financiación que se han aplicado en España. Lo importante es centrarse en el futuro, aprender de los errores e ir de la mano de la reivindicación de la financiación y conseguir un modelo justo y adecuado.

¿Por qué han aplazado tres veces ya la reforma del Estatuto para blindar más inversiones para la Comunidad?

Los primeros aplazamientos fueron por cuestiones formales. El último lo hemos solicitado nosotros porque estamos tramitando otra reforma estatutaria. Cada una de ellas requiere un referéndum y eso es un coste en millones de euros muy importante. Lo que queremos es que la reforma estatutaria que hay en el Congreso ahora espere a que terminemos de tramitar en las Cortes la reforma de reducción del número de diputados para que ambas se trasladen luego a Madrid de manera conjunta y así hacer un único referéndum. Los ciudadanos no entenderían tener que ir en poco tiempo dos veces a las urnas. Tampoco entenderían que la oposición se opongan a una rebaja en el número de diputados.

En caso de que la oposición se mantenga firme y no acepte la propuesta, ¿retomarán en el Congreso la reforma para captar inversiones?

En ese momento anunciaremos al Congreso que la segunda reforma estatutaria no ha salido adelante y que tiene que continuar la primera. Pero quiero insistir en que los ciudadanos están demandando una rebaja en el número de diputados. Están demandando un ERE de políticos.

¿Qué dato concreto puede aportar que justifique que Alberto Fabra pinta algo en Madrid?

Los más de 10.000 millones de euros que hemos recibido de ayudas del Gobierno de España en la Comunidad en estos años tan complicados para nuestra tesorería.

Los nombramientos de los últimos meses parece que le han distanciado del presidente. ¿Es cierto?

Es absolutamente falso. Siempre se hacen pensando en las mejores personas para cada puesto. Eso es algo que el presidente tiene muy claro. Él es el primer interesado en que la administración valenciana funcione y para eso hay que poner a las personas con el perfil más idóneo en cada uno de los puestos.

Le pongo algunos ejemplos concretos. El ascenso de Esther Pastor, la destitución de Juan de Dios Navarro, el nombramiento de Rafael Sánchez Pellejero... ¿José Císcar está perdiendo peso en la Generalitat?

José Císcar trabaja todos los días en el Consell en las competencias que tiene asignadas, que no son precisamente pocas. Esto no es una cuestión de perder peso. Hay un equipo compuesto por ocho consellers y un presidente que se sientan todos los viernes en la mesa del Consell para tomar decisiones que son trascendentales para el futuro de todos los ciudadanos de la Comunidad y todos lo hacemos aplicando el sentido común, la máxima racionalidad y dedicando muchísimas horas de trabajo al día para sacar esto adelante.

¿Niega por tanto que los nombramientos recientes en el segundo escalón sean de personas más próximas a Fabra que a usted?

Entre Fabra y yo no hay separación ni distinciones.

¿Le pide consejo para los temas clave?

El presidente, cada vez que considera que necesita recabar consejo de alguna persona, lo pide. A mí, en ocasiones, también.

¿Sólo en ocasiones?

En muchas ocasiones (sonríe).

¿Pondría la mano en el fuego por que Alberto Fabra vaya a ser el candidato del PP en las próximas elecciones autonómicas?

Sí. Alberto Fabra va a ser el candidato del PP en las próximas elecciones autonómicas.

Hay voces internas en el PP que le ven como un candidato débil.

Lo único que puedo asegurar es que va a ser el candidato. Si alguien considera que debe estar en otra posición porque no lo ve como candidato se equivoca al cien por cien.

Los tribunales de la Comunidad investigan a multitud de dirigentes de su partido por corrupción y usted ha comentado que los ciudadanos han pedido un ERE de políticos. ¿No es hora de que den un puñetazo sobre la mesa y los imputados dimitan?

Queremos que cuando se demuestre que alguien ha puesto la mano en la caja, pague por ello. Que la ley se aplique con el máximo rigor. Entre tanto tenemos que pensar también que debe prevalecer la presunción de inocencia. El presidente de la Generalitat es el dirigente que más decisiones está tomando en ese sentido. Allí donde tiene potestad, en la dirección del partido, la Generalitat o el consejo de dirección del grupo parlamentario, está actuando. Ningún otro presidente ha cesado a tantos altos cargos por imputaciones.

Entonces, ¿Joaquín Ripoll terminará la legislatura como presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante?

En principio no está sobre la mesa ninguna sustitución.

¿Por qué?, si es un cargo que depende de Fabra y se encuentra imputado por seis graves delitos en Brugal.

Sencillamente porque Joaquín Ripoll está haciendo su labor en el Puerto y como hemos dicho muchas veces, cada caso tiene sus tiempos y sus circunstancias.