La «línea roja» contra la corrupción que marca constantemente el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, sigue alimentando el debate interno. De hecho, el líder de los populares en Valencia y presidente de la Diputación, Alfonso Rus, dudó ayer de la eficacia de esta premisa tan repetida por el jefe del Consell y señaló que «si los imputados creen que lo han hecho bien no tienen por qué dimitir». Rus defendió su tesis y alegó que un imputado es un «testigo asistido». El dirigente popular fue más alla y se atrevió a contradecir al jefe del Gobieno valenciano así como su «línea roja» contra los investigados por corrupción e incluso se puso como ejemplo. «Fabra entiende una cosa. Yo soy alcalde de Xàtiva y como primer edil he sido imputado y no he llegado a ir al juzgado ni solo una vez», presumió el presidente de la Diputación de Valencia. Además, Rus denunció las intenciones ocultas que, a su juicio, esconden determinadas maniobras judiciales y la excesiva judicialización de la política.

La conveniencia o no de que los alcaldes compatibilicen su cargo con otros, como en el caso de Rus, que es alcalde, diputado y presidente de la Diputación de Valencia fue otro de los temas que abordó. «A mí me sobra, soy Spee-dy González», bromeó aunque también señaló que «hay personas que tienen un cargo y les cuesta, otras tienen dos y les cuesta menos». Rus aseguró que su capacidad de trabajo está «a prueba de bombas». «Me levanto a las siete, corro una hora y cuarto, luego vengo aquí a trabajar, termino a las nueve de la noche y voy a casa... y estoy ahí en casa», continuó bromeando el titular de la Diputación de Valencia que acabó provocando las risas de los periodistas.