Si la intención de la misteriosa asociación contra la corrupción era provocar que la línea roja de Alberto Fabra terminara con su propia carrera política, el presidente de la Generalitat ha anunciado este mediodía que no está dispuesto a consentirlo. "Si yo estuviera en un proceso judicial lógicamente lo que haría sería presentar mi renuncia", ha afirmado, para matizar que "no vale que alguno quiera utilizar la justicia para que yo salga de la política". "Que nadie crea -ha agregado- que para evitar que yo pueda estar en presidencia, más allá de un proceso instruido por jueces, vayan presentando denuncias que lo único que buscan es precisamente eso", ha sentenciado.

Así, ha insistido en que no va a dar pie a que "ninguna de esas personas pueda desestabilizar ni a la presidencia ni al Partido Popular". "Si soy imputado por un proceso donde un juez después de una investigación declare que tengo que ser imputado, lo dejaré, pero no voy a permitir que nadie pueda utilizar esto como un ataque". "Yo tengo la conciencia muy tranquila".

Se refiere el presidente de la Generalitat a la posibilidad de ser imputado por el TSJCV tras la denuncia presentada por la Asociación contra la Corrupción contra su persona y el actual alcalde de Castelló, Alfonso Bataller, por presuntos delitos en relación con la contratación de dos auxiliares.

Mensaje al partido

Sobre los diputados del partido Popular en las Corts que se encuentran inmersos en procesos judiciales, Fabra ha mantenido la línea trazada hasta ahora desde su ejecutivo: "El acta es personal, tanto en el ayuntamiento como en las cortes", pero ha lanzado un claro mensaje a su partido: "Lo que nos están diciendo los ciudadanos es que precisan de políticos ejemplares. Y lo que pido a mis compañeros es que sean tan ejemplares como los ciudadanos".